El mil usos (Roberto G. Rivera 1981, guión Ricardo Garibay) Es un lugar común en la narrativa de los que llegan a la Ciudad de México que acaban en la cárcel. Según cuenta el escritor Alvaro Enrigue, estaba leyendo novelas mexicanas de principios del siglo XX y en todas, sin excepción, los que llegaban acababa en la cárcel. Claro eso ya no aplica para nómadas digitales o turistas ocasionales sino para los que llegan huyendo de la miseria encandilados por las luces de la ciudad.
El mil usos, cuyo verdadero nombre es Tránsito, llega de un pueblo de Tlaxcala a la gran ciudad y pasa una temporada en el reclusur, una cárcel al sur de la ciudad. Y cuando lo sueltan no se quiere ir, prefiere la cárcel a la calle.
La película tiene al menos algunas tomas reales del reclusorio sur, lo que hace pensar que hubo colaboración con las autoridades y seguramente no sólo de la cárcel sino de la ciudad pues la película parece una deliberada pieza de propaganda para que los campesinos no vengan a la capital. El tema musical de la película dice "Ya no vengan para acá, quédense mejor allá, el distrito federal no es, no es lugar para llegar."
Esa cooperación explicaría porque en El Mil usos el reclusur parece un club deportivo, con celdas espaciosas, poca gente y todo muy limpio y funcional. Sin problemas de ningún tipo. La única autoridad que aparece es un juez, que libera al mil usos y es un tipazo. Deja que Tránsito se quede con el uniforme del reclusorio porque no tiene ropa y se echa un discurso no sólo al mil usos sino a todos los campesinos en el que les dice que se queden en su tierra pues en la ciudad sólo les espera "hambre, servidumbre y la cárcel."
Y aunque una cárcel tan bonita y confortable sería una tentación para muchos, no deja de ser revelador que un personaje prefiera la cárcel a que lo echen a las calles de la Ciudad de México. Es algo que no resulta inverosímil: Yo una vez escuché a una persona que vivía en la calle y que había estado en la cárcel que prefería la cárcel.
Pero ¿qué es lo atroz de la vida en la ciudad para Tránsito?
Vemos que al principio no tiene ni para comer, lo hacen trabajar y luego no le pagan lo acordado. Des pués consigue algunos trabajos más serios como de barrendero o en unos baños en donde hace de "limpiamugrosos" según dice el mismo. Además debe tener relaciones sexuales con la dueña de los baños, cosa que a él no le gusta pues al parecer las fantasías sexuales de dicha mujer implican golpearlo.
Al final, en una pulquería, escucha a unos tipos hablar de sus experiencias trabajando en el gabacho y se interesa pero otro tipo interviene y le dice que él ya estuvo tres veces en Estados Unidos y que son puras humillaciones.
Creo que ese es el meollo del asunto. Trabajos había pero Tránsito no dejaba de ser humillado. Al final se regresa al pueblo pero se había ido porque de plano ahí sólo lo esperaba la miseria. Pero al menos ahí era alguien y nadie lo humillaba.

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