lunes, 2 de octubre de 2023

El quijote que leía el código penal

 


Erase una vez un abogado de Los Angeles que se sabía de memoria el código penal y trabajaba en un despecho escribiendo cartas, memorándums y todo lo que se necesitara pero nunca iba a los juicios, las cárceles ni nada de eso. No salía de la oficina pero era muy bueno en lo que hacia. Hasta que el despacho cambia de dueño y tiene que meterse al mundo real del derecho.

Roman Israel era considerado un idealista y había sido un activista político de izquierda. Abominaba el hecho de que en Estados Unidos los acusados penalmente ya no van a juicio, todo se define en acuerdos entre los fiscales y los abogados de los acusados. Eso es real, los juicios en el sistema penal en Estados Unidos son ahora la excepción. 

Y entonces resulta que ser abogado penalista implica tratar con tipos demasiado peligrosos y ya no les cuento más.

Parece que como para darle un final feliz a la película resulta que este abogado inspira con su idealismo a otros abogados y luchadores sociales pero... también puede leerse como que Roman Israel, representa a las leyes mismas: Muy bonitas y justas pero que no hay como aplicarlas realmente. A menos que se las riege con la sangre de mártires claro.