jueves, 27 de junio de 2013

Soñando con el Spring Break



Al principio de Spring Breakers una de sus cuatro protagonistas femeninas dice que todo mundo se siente tan miserable ahí; ese ahí es de suponerse es el college en donde vive junto con sus tres amigas, porque todo el tiempo están viendo lo mismo. Y ese comentario resulta significativo al principio de una película que se va a caracterizar por una repetición constante de tomas y de frases. Como para que no quede duda que la repetición incesante es algo fundamental en Spring Breakers, su director Harmony Korine inclusive llega a repetir varias veces la misma escena con tomas desde diferentes ángulos una tras otra.

Esto junto con otras cosas me hacen suponer que la respuesta a la pregunta de si el director está planteando alguna crítica en su película es que sí. Creo que Spring Breakers sí se puede leer como una crítica, lo cuál no quiere decir que hacer esta crítica haya sido la intención de Korine, ni siquiera una de sus intenciónes, pero que como quiera que sea hay una crítica en esa película. Y la crítica no es a la promiscuidad, ni a las drogas o al culto a las armas. Para mí que la crítica es a los sueños de los americanos, más específicamente los de la generación que está en la universidad y se va de spring break.

La historia empieza con algo común en el cine americano actual: la gente, maestros y alumnos odian la escuela no importa si es el high school, la primaria o la universidad. Así que las cuatro estudiantes que nos presenta Spring Breakers no soportan la idea de quedarse en su universidad durante el spring break. Hasta aquí llega el realismo de la película pues para conseguir dinero ejecutan un asalto inverosímil a un restaurante. La inverosimilitud de la historia llegará al máximo al final cuando dos de las chicas llegan con bikinis fosforescentes y máscaras de ski rosas a matar con sus metralletas a todo mundo en la casa de un peligroso gángster. Pero para entonces ya los espectadores vimos escenas con ellas bailando con sus máscaras rosas en una ronda con metralletas mientras otro gángster, el alien, toca una canción de Britney Spears en el piano. Después de eso no puede quedar duda que realismo no es lo que el director busca.


En cambio, si consideramos esta película como una especie de sueño que sale de los dormitorios de los colleges mientras se espera el spring break, entonces todas las piezas caen en su sitio. Así se entienden mejor tantos flashforwards y flashbacks, que dos estrellas de la "fábrica de sueños" de Disney, Selena Gomez y Vanessa Hudgens sean estelares, o que el soundtrack mezcle agresivos tracks de Skrillex con piezas de electrónica de tono fantasmal.

Y ¿qué nos dice Spring Breakers de estos sueños? Para empezar que el sueño no es irse de spring break y regresar sino vivir un spring break sin fin y nunca nunca tener que regresar a la maldita realidad. Pero la película se burla de este sueño cuando una de las springbreakers dice que eso quisiera y las otras se burlan.  El Alien por su parte repite que él vive el sueño americano y pide que vean sus cosas: sus fajos de billetes, sus armas y sus t shirts de diseñador, pero cuando lo matan, sus amigas ni siquiera voltean a verlo. Las alegres vacacionistas llaman a abuelitas y otros familiares por teléfono y les cuentan lo maravilloso que la están pasando y como les han servido sus vacaciones en escenas que son una burla. Y sobre todo, está la repetición incesante que como escuchamos al principio, es lo que hace que la gente se sienta miserable.

lunes, 24 de junio de 2013

Hollywood soñando con la muerte



Passion Play es una película muy mala pero además es una auténtica rareza. Para empezar el estilo de la película es muy raro pues parece una típica película hollywoodense que de pronto se va por rumbos que parecen del realismo mágico latinoamericano. Estelarizada por Megan Fox, Bill Murray y Mickey Rourke, es una historia con todas las señales de decadencia posibles. Empezando claro, por el señor Rourke, que después de ser uno de los máximos galanes del cine pasó a convertirse en ícono de decadencia. Y claro, interpreta a un tipo decadente: un trompetista que toca en un tugurio, es pobre, adicto, su vieja lo ha dejado etc. Bueno no, su mujer murió por la heroína, vicio que él le pasó, pero vaya, el cuadro de patetismo es el mismo. Ah pero resulta que se metió con la esposa de un mafioso y este lo manda matar. Entonces el asesino se lo lleva al desierto para darle cran y van los dos en el coche por una carretera solitaria y pues uno se imagina que va a ser la típica historia de vaqueros encubierta: O sea el trompetista le dará su merecido al asesino, conseguirá una chica, demostrará que es bueno para los madrazos y las persecusiones en coche y que tiene buena puntería. Pero no. De hecho el tipo, conste que esto es un spoiler, se muere. O sea el asesino le da un tiro y lo deja tirado y ya.

Nada más que esto se revela hasta el final, aunque para ese entonces ya uno como que lo sospecha. Porque todo lo que pasa después de que unos indios de blanco supuestamente salvan a Nate, el personaje de Rourke, está muy alucinado. Se supone que se pone a caminar toda la noche y llega a México. Específicamente a una especie de feria ambulante enmedio del desierto, en donde un inglés (?!) anuncia las atracciones. Ahí Nate descubre a Lily, o sea Megan Fox, que es exhibida como freak pues es una mujer-pájaro. Una mujer-pájaro mexicana que aprendió a hablar inglés americano, gracias a que le enseñó el inglés (de Inglaterra), dueño del show (?!).

En realidad Passion Play es lo que en México llamamos una mafufada y no acabaría de poner interrogaciones y signos de admiración si me pusiera a analizarla completa. Baste con decir que tiene varios errores de continuidad que le saltan encima al espectador. O sea generalmente los errores de continuidad son difíciles de detectar y hay que poner mucha atención para encontrarlos. Aquí no, esta película está tan mal hecha que se le notan fácilmente, además la historia está mal contada, la relación entre Nate y Lily nunca parece creíble siquiera. En fin ¿qué tan mala será que el propio Mickey Rourke declaró que era una película muy mala antes de su estreno? Creo qué sólo los fans de Megan Fox pueden tener alguna razón para verla.


Pero, como dije, además de mala, es rara. Lo de la mujer pájaro, mexicana, parece de realismo mágico y de hecho, no me acuerdo bien, pero creo que en el cuento de García Márquez, "Un señor muy viejo con unas alas enormes", ese señor aparecía en la basura. Igual que Lily. Esta mujer-pájaro además más bien funciona como un ángel. Al final se lleva volando a Nate, por encima del desierto donde quedó tirado su cuerpo. Y tanto Nate como "Happy" Shannon, el personaje de Bill Murray, la ven al principio como un ángel.

Es un tipo de fantasía rara para Hollywood, y más rara aún es una historia así sobre la muerte, que parece salida de un Hollywood "dark", con perdón de los darks. Además su cursilería y sentimentalismo parecen de telenovela mexicana. Hollywood puede ser muy cursi, pero este estilo de cursilería no es lo que acostumbra. El personaje de Megan Fox por ejemplo es toda buena e inocente y el de Rourke es un tipo endurecido pero por otro lado se la pasa llorando. Como cuando tiene que vender su trompeta por ser tan pobre. Hay largas escenas con jazzesitos tristes y bueno, la cosa es tan triste que cuando al final Nate se muere parece una liberación.

Y todo esto es raro, porque la película será rara pero no marginal. No se puede considerar a esta una películita hecha por desconocidos. Con su elenco sólo puede ser considerada una película Hollywoodense hecha y derecha. Y es rara una película Hollywoodense tan pesimista, tan malhechota hasta en cosas muy básicas. Deja pensando que habrá pasado con el optimismo americano. Aunque en esto último, sí se parece a otras películas americanas recientes. ¿Y qué significa el ángel? Puede ser el amor o más bien la libertad pues en la feria y después en un antro del villano "Happy" Shannon, Lily se la pasa encerrada en cajas de cristal, para que los malos hagan dinero. Aunque también podría ser la inspiración, una especie de musa pues los dos tipos que la encierran son empresarios del entretenimiento y a ella cuando la liberan, hace volar al que la liberó. Además Nate es un artista que también quiere darla a cambio de dinero y lo único que logra es perderla, aunque luego la recupere. De cualquier modo Nate ya no está para lecciones, porque desde el principio está ya bien frío. Ahi pa la próxima.

martes, 18 de junio de 2013

Cine de departamentos


Podríamos llamarlos DepaDramas, películas que parece que surgieron con alguien que ve un edificio de departamentos y se pregunta que historias habrá ahí encerradas. Como en la última película mexicana de la que escribí, Párpados Azules, o en esta otra película Hollywoodense cuyo nombre lo dice todo, Small Apartments. Los DepaDramas son sin duda una especialidad del cine mexicano que parece haber sacado un estilo a partir de las restricciones presupuestarias. Algunas de los más famosos representantes serían Rojo Amanecer, que sucede casi por completo en un departamento durante la matanza del 2 de Octubre de 1968, La Tarea, del director Jaime Humberto Hermosillo, que explota las posibilidades voyeuristas de una cámara intrusa en un departamento, o Temporada de Patos, película que al parecer inauguró una nueva corriente de películas minimalistas mexicanas y que transcurre al igual que Rojo Amanecer en un departamento de la Unidad Tlatelolco.

Otra película de departamentos es Ciudad de Ciegos, que inclusive al final tiene una escena que hace explícita la idea de una historia que sale de un departamento y se mete al cine cuando un personaje sale del departamento (Como de los 30´s, de la Condesa, como suele suceder) y va caminando a los estudios de cine Churubusco y se mete al foro en donde se filma Ciudad de Ciegos, rompiendo la ficción, o la cuarta pared como se le dice, y canta ahí en un videoclip.

Parece que el verdadero tema de esta película es el propio cine mexicano y por lo tanto ese final en que la película acaba siendo parte de la película es muy adecuado. Ciudad de Ciegos está hecha de varias viñetas, la primera como en los 40´s y la última de la época en que se hizo esta película que se estrenó en 1991. Se puede ver como un especie de catálogo o tráiler en versión largometraje, aunque tampoco tan largo, que anuncia las posibilidades del cine mexicano. En ese entonces se hablaba de un nuevo "nuevo cine mexicano" (el primer "nuevo cine mexicano", fue el de los 70´s durante el gobierno de Luis Echeverría), con películas que pretendían atraer a la clase media. De esa época, por ejemplo, también es "Sólo con tu Pareja" debut del director Alfonso Cuarón, que también se centra en un edificio de departamentos. También había por entonces una serie de televisión, "La Telaraña", en la que cada capítulo era una historia diferente que sucedía en un departamento de los edificios Condesa, de la colonia Condesa, valga la redundancia.


Durante los ochentas el cine mexicano se basó en comedias con desnudos y un humor muy mexicano de juegos de palabras de doble sentido, los llamados albures. No es difícil imaginar porque sucedió esto: para competir con el cine Hollywoodense se necesitan películas que no  parezcan simples imitaciones baratas del cine americano sino que tengan algo propio y las películas con albures y "encueratrices" sin duda eran algo diferente, pero de las que la clase media huía.

Entonces Ciudad de Ciegos también presenta muchos desnudos pero de otro tipo, más eróticos whateverthatmeans, y otros con un estilo más natural y se contiene en cuanto al lenguaje, los diálogos son más recatados. De hecho son medio torpes en realidad.

Por otro lado Ciudad de Ciegos también se presenta como una película de izquierda, quiere representar cierta rebeldía. En la primer viñeta una mujer entra al departamento en donde se ve con un perseguido político. No queda muy claro que es: un agitador, periodista incómodo o sindicalista tal vez. Y no nada más es él un perseguido que no puede salir a la calle sino que su amor también es prohibido pues es casado. Esa es otra constante de la película, los amores furtivos. Todo en esta película quedará apenas esbozado, casi como sugerido o anunciado y así también el coqueteo con el izquierdismo de esa primer viñeta quedará casi como una cosa de estilo.


Para la segunda viñeta, el tema, apenas presentado en alguna línea de diálogo y en el final, es la denuncia. En este caso de un padre hipócrita con dos casas. Aunque resulte contradictorio que en esta Ciudad de Ciegos los amantes furtivos son buenos pero el padre bígamo es malo. Luego una madre y una hija que meten a escondidas una de otra a sus amantes al departamento, el acercamiento a lo popular con las empleadas de una doctora que hacen una parchifiesta a ritmo de Rigo Tovar en el departamento de su jefa, la lesbiana que entre otras cosas amenaza a su pareja con decirlo todo y luego la pareja de amantes en la que ella le pide a él que la deje maquillarlo y él le dice que ya va a dejar a su esposa. Otra posibilidad explorada: la de identificar la propia historia en la pantalla: La familia de los 60´s ve la inauguración de las olimpiadas del 68 en la tele, mientras la hija rebelde habla de la matanza de unos días antes, la pareja de la maquillista y el maquillado se despiertan con el temblor del 85. El, con todo y ojos pintados sale del departamento mientras ella se queda en el departamento roto. De fondo una canción con una letra fatalista: "Aquí me quedo". La música es otra de las posibilidades que presenta Ciudad de Ciegos. El soundtrack, (con canciones de Pepe Elorza, entre otras cosas) tiene un protagonismo casi de videoclip hasta el final en que ya es un videoclip tal cuál. En la última viñeta, el departamento funciona como bodega y cuarto de ensayo de un grupo cuyo saxofonista tiene dos viejas que se conocen ahí. Luego la cantante del grupo les avisa que ya no podrán ensayar en ese lugar pues su mamá va a arreglar el depto para vivir ahí y luego vemos a la mamá, que es la hija rebelde de la familia de los 60´s, y a la hija ya instaladas en el departamento arreglado y redecorado y la hija se despide y sale al foro donde se filma ciudad de ciegos. Hija rebelde del 68 - madre de personaje/actriz de película mexicana dice Ciudad de Ciegos.

Otra de las estrategias de la película es explotar el star system mexicano, al punto de convertirse en una especie de catálogo para explotación comercial. La cosa empieza desde los escritores, que son seis e incluyen al director de la película Alberto Cortés, a un famoso periodista del periódico de izquierda La Jornada y al novelista José Agustín entre otros. Resulta bastante raro porque no hay mucho guión que digamos. Y luego como son viñetas pues la película está retacada de actores ahora sí que de cine, teatro y televisión. Me llamó la atención sobre todo la presencia de Claudia Fernández, actriz que era muy popular en la tele en ese entonces y cínicamente lo único que hace su personaje es arreglarse frente a un espejo con fondo musical  luciendo ropa interior blanca. Bueno, pero luego sale ya vestida de noche. Esto sucede en el segmento de la familia de los 60´s. Aunque no se dice nunca que hace ella ahí. Y luego están los músicos: el grupo Santa Sabina completo, de hecho la cantante Rita Guerrero es también la actriz que se mete a los Estudios Churubusco. Y Sax de La Maldita Vecindad es al que se le juntan sus dos viejas en el ensayo. Una de ellas por cierto es la actriz telenovelera Dobrina Liubomirova, que todavía sigue por ahí nomás que con otro nombre. Y también está Saúl Hernández de los Caifanes y hasta Benny Ibarra hace una breve aparición. En fin que aquí hay de todo. Lo único que si no le viene manejando Ciudad de Ciegos y lo mismo puede decirse del cine mexicano son los buenos guiones. Para acabar les dejo el video final, foto finish, con canción del tal Pepe Elorza con Rita Guerrero en la voz y Saúl Hernández haciéndola de pocho.



miércoles, 12 de junio de 2013

Dos buenas películas

 
 
Para la etiqueta sincrítica un par de películas muy diferentes: Macario, un clásico del cine mexicano aunque no de la época de oro, pues es de 1960, con Ignacio López Tarso, fotografía de Gabriel Figueroa y guión del propio Gavaldón y de Emilio Carballido. Aunque es una película muy mexicana la historia parece una respuesta a la famosa escena de la Bergmaniana El Séptimo Sello, en la que un tipo distrae a la muerte jugando ajedrez con ella. Y Stoker, la última de Chan-wook Park, con la misma combinación de drama y toque exquisito de Oldboy que hasta pone de buenas.

martes, 11 de junio de 2013

Trabajadores de compañías petroleras con el corazón roto


Me parece que hay coincidencias interesantes entre Brett, el del Pañuelo Amarillo, interpretado por William Hurt y John Ottway, el personaje de Liam Neeson en The Grey. Como escribí en este post, Brett  representa a un obrero americano blanco y hay que añadir, a uno maduro, solitario y "conocedor de la vida". Ottway es un tipo de la misma edad que también trabaja para una compañía petrolera, también es un solitario que tiene recuerdos de una mujer que perdió y también es un tipo maduro y "sabio". Brett, al principio de la película, sale de la cárcel y Ottway dice que sabe que está con los suyos y empieza su lista de quienes son los suyos con exconvictos, fugitivos y "drifters", gente que va a la deriva. Me parece revelador que Brett representa a un exconvicto al que no se le ve como peligroso, o como víctima de alguna injusticia o algo así. Lo de que haya estado en prisión se presenta como algo de lo más normal. Y es que en Estados Unidos pues sí es como muy normal estar o haber estado en la cárcel. Según estas estadísticas con datos de 1991, (y desde entonces la situación ha empeorado) el 5.1 por ciento de los americanos purgará alguna condena en una cárcel estatal o federal. O sea más de una de cada 20 personas y el porcentaje sube mucho para hispanos, para hombres en general y no se diga para hombres negros que tenían arriba del 28 % de posibilidades de caer en una cárcel estatal o federal. Nótese que estas estadísticas ni siquiera incluyen a los presos en las cárceles de los condados. Si a eso se le agregan a quienes tienen a algún familiar cercano en la cárcel (Hay millones de niños con algún padre en la cárcel, ya hasta hay un personaje de Plaza Sésamo cuyo papá está encarcelado ), a los que están en libertad condicional, esperando juicio o fugados etc. pues resulta que las cárceles son una realidad para una proporción muy alta de los americanos.

The Grey por suerte es una película mucho más interesante que el pañuelo amarillo. La escena de la caída del avión, por ejemplo, me gustó mucho y en general me gustó la atmósfera de la película, y tiene suspenso que eso siempre es bueno, aunque la verdad los lobos no me parecieron muy realistas o una amenaza muy verosímil. Hubieran dicho que eran lobos transgénicos digo yo.


En Estados Unidos se habla de los lobos para referirse a una situación económica difícil, mantener a los lobos "afuera de la puerta" es evitar una crisis económica familiar o personal. ¿Se puede interpretar esta película como una metáfora de los problemas del proletariado americano? No sé, de cualquier modo lo que me pareció más interesante es un mensaje no tan sutil que hay en The Grey. Después del accidente del avión Ottway guía a un moribundo para morir en paz y le dice que piense en alguien a quien quiera para que lo guíe. Luego a lo largo de la película los sobrevivientes van contando a quién extrañan más, y en que es lo que creen. Pero Ottway parece un ateo, inclusive hay una escena en la que grita "Fuck faith" e increpa a Dios, que por cierto no lo ayuda. El caso es que todos se mueren menos él, él que no cree en el más allá, que parece que en lo que único que realmente cree es en un poema que escribió su padre acerca de sobrevivir y del gusto de pelear: tal vez sobreviva o tal vez no, pero al final, es el único que queda con una oportunidad. A los obreros con fe se los comieron los lobos.

miércoles, 5 de junio de 2013

La balada de amor del de las fotocopias y la de la tienda de uniformes



Al principio parece que Párpados Azules va a ser una comedia romántica. O rom - com que les dicen. Pero de hecho es una crítica de las comedias románticas, donde se nota que, para empezar, hicieron todo lo posible por evitar cualquier rastro de comedia. La historia comienza con una vieja contando una historia estilo Nicolás Maduro de que llegó un pajarito a avisarle que iba a encontrar el amor y al final la vieja dice de muy mal humor que ella inventó esa historia y manda a todos sus pájaros, literalmente, a volar. O a la chingada también podría decirse. Este par de escenas de la vieja (Ana Ofelia Murguía), enmarcan una historia con una pareja, Marina (Cecilia Suárez) y Víctor (Enrique Arreola), a la que cuesta trabajo describir como historia romántica. Quizá sólo si aceptamos que puede haber historias románticas deliberadamente frías. Historias de parejas en un tono naturalista que son comunes en el cine francés. Y que siempre incluyen escenas de sexo, digamos, cotidiano.

Con una fotografía preciosita de interiores, un ritmo semilento y una musicalización que me pareció interesante, incluyendo una aparición de la Sonora Dinamita tocando la de "Carmen se me perdió la cadenita", Párpados Azules se inscribe dentro de la ola de cine mexicano minimalista. Y me parece muy bien que se vaya contra las convenciones de la comedia romántica pero creo que se les pasa la mano al presentar a dos protagonistas tan simples, de hecho tan patéticos: un par de empleados solitarios sin nada que decir. Al final cuando deciden casarse pensé que una pareja así debería a toda costa evitar tener hijos para no propagar más el aburrimiento cósmico por el mundo.

Es el mismo caso de otras de las películas del "minimalismo mexicano": está bien que quieran cortar con todo lo que sobra, con cualquier asomo de vulgaridad o cliché. Que las hagan con su propio ritmo. Se nota un interés especial por la imagen y la fotografía que combinado con el ritmo lento provocan la sensación de ser historias que se arman a través de fotos fijas. De hecho Párpados Azules en lo poco que se permite divagar por fuera de su sobriedad narrativa es en que Víctor, el protagonista, quiere comprar un departamento y con imágenes de interiores: cuartos vacíos, cocinas etc. En esta historia ciertos edificios de la Ciudad de México típicos de algunas colonias como Roma o Narvarte tienen un lugar muy destacado. De hecho creo que lo mismo sucedía en El Sueño de Lu. Bueno, no es necesario buscar más ejemplos, hay un tipo de edificios, como de los 30´s, 40´s comunes en la Condesa, Roma o Narvarte que son favoritos del cine mexicano. En el caso de Párpados Azules es tal el protagonismo de las imágenes de interiores que pareciera que la historia fue sugerida por estos. Hasta aquí todo bien, pero lo que le critico a esta película es que al final parece que sólo quería restar y quitar todo lo sobrante. Pero...  ¿qué es lo que sí quería contar?