Sigue saliendo información sobre la CIA y la literatura y en este caso específicamente sobre México. Esto me recuerda que en su novela autobiográfica "Quiero Escribir Pero Me Sale Espuma" Gustavo Sainz, que estuvo en el Centro Mexicano de Escritores, el lugar financiado por la CIA, revela que a él el otro bando ("el otro bando" son mis palabras) le ofrecía irse a vivir a Polonia, pero que no se le antojaba irse a un lugar tan frío, donde no había cocacolas ni Sanborns. Y acabó dando clases precisamente en la Universidad de Iowa, el famoso punto de contacto de la CIA con la literatura.
