jueves, 28 de noviembre de 2019

MDMA y el falso caldo de víctima


MDMA es una película que busca generar al mismo tiempo empatía y admiración por el personaje principal porque es una víctima pero una víctima badass que pelea. Pero la trama de la película deja huecos que dejan ver que en lugar de una heroína, basada en la vida de la directora de la película, lo que vemos es la historia de una estudiante que por robarse cosas del laboratorio de la Universidad en la que estaba gracias a una beca, tuvo que conformarse con estudiar en otra Universidad menos buena. Algo no precisamente muy épico.

Fuera de algunos flashbacks y una escena en la que la protagonista, Angie, le cuenta a su amiga de sus problemas familiares, la historia se centra en las experiencias de Angie como dealer de MDMA, de tachas pues. Suele suceder que las historias de Hollywood que supuestamente cuentan cosas que realmente sucedieron cambian las cosas tanto que al final lo que queda no se parece casi nada a lo que realmente pasó, así que lo mejor es suponer que no sabemos lo que realmente pasó y lo único que nos consta es la historia que vemos.

Entonces Angie, cualquiera que sea su pasado, está en una prestigiosa Universidad privada de San Francisco. O sea que podemos suponer que está en Stanford. Nada más por eso tiene más oportunidades frente a ella que la inmensa mayoría de los seres humanos. Se le abrieron las puertas de la élite, puede aspirar a los trabajos mejor pagados del mundo. No es como para que echemos la lágrima porque su roomie tiene más dinero y eso de que le llegan facturas de la Universidad que no puede pagar no suena real. Las universidades en Estados Unidos no son como los hospitales, desde un principio informan con lujo de detalle lo que cobran. Que no nos vengan con el cuento de que Angie se metió de dealer para poder seguir estudiando.

Y aquí viene la otra parte del engaño, la directora de la película nos dice que ella era una malota, una guerrera temible traficante de drogas - pero con instinto maternal-  feroz y tierna como Lupita D´Alessio más o menos. Sólo que hay un detalle: Estaba traficando éxtasis antes de que fueran ilegal. O sea estaba vendiendo cosas perfectamente legales, como plátanos con crema o Milky Ways. No era realmente una "dealer", una mafiosa, ni una delincuente. Las tachas en ese momento eran tan legales como las pastillas para el aliento o los chicles que probablemente vendían en los baños de los clubes a donde ella iba.

Entonces veamos que pasa en la escena clave de la película cuando descubre que el dueño del antro le subió el precio a las tachas y entonces ella lo acuchilla. A ver ¿qué tan lógico es esto? Atacar con un cuchillo a alguien porque nos regatea y además le sube el precio a los productos que  nos compra para revender. Imaginémoslo en otro contexto: Que un wey que vende plátanos descubre que un cliente le subió el precio a los plátanos con crema que prepara y entonces lo acuchilla porque el maldito además le regatea. ¿No es lo que todo comerciante, desde el origen del tiempo, trata de hacer? ¿Comprar más barato y vender más caro? ¿Acaso este dueño de antro habría prometido someterse a las leyes del comercio justo y donar parte de las utilidades de la venta de drogas a la caridad? ¿Cuando compramos algo debemos esperar que nos acuchillen si pedimos que nos bajen el precio? ¿Y es un ser despreciable cualquiera que suba precios de lo que vende?

Y luego, este tipo mata sin querer al amigo de Angie, en una escena absurda. La tiene enfrente pero en vez de darle a ella mata al amigo. Okey eso puede pasar pero la escena es muy mala, no es verosímil, les salió mal. Parece de película del Santo. Ah pero otra vez se supone que debemos compadecernos de esa pobre inocente a la que todo le pasa.

Y entonces la expulsan de la Universidad. Recordemos que no es por vender drogas porque no estaba vendiendo nada ilegal, lo que sucede es que se robaba cosas del laboratorio. Nada más. Pero acaba trabajando en un antrazo de Nueva York en donde tenía que bailar y luego se iba a meter líneas de coca. ¡Oigan yo quiero fracasar así! ¡Fracasemos todos y nos vamos a bailar a Nueva York! Ay no perdón es una víctima, casi lo olvidaba, Como su amiga que se andaba suicidando porque su mamá la critica. Perdón, perdón, snif, snif, no lo vuelvo a hacer.

De remate esta guerrera después de sobrevivir a todo rehace su vida, faltaba más, aunque debe meterse a una universidad del montón. Ah pero dice que ahora tiene experiencia en el mundo del narco, lidiando con tipos rudos y pandilleros. Sólo que, recordémoslo, ella misma lo dice al principio, eso no es cierto, vendía pastillas legales. Lo único ilegal que ha hecho es robarse cosas del laboratorio de su escuela, no es precisamente la versión femenina del chapo Guzmán. ¿Y el tipo que acuchilló? Pues ni siquiera la detuvieron o interrogaron al respecto, ni nada de nada. Lo más probable es que fue algo que nunca pasó, como el supuesto asesinato de su amigo Tommy, porque apuesto que si esa fuera una experiencia real de la directora la puesta en escena le hubiera salido mejor.

sábado, 23 de noviembre de 2019

El Golem y el continuo fantasía - ciencia (ficción)

















Esta nueva versión (2018) del mito del Golem está bastante equis, más bien desabrida, pero podría ser interesante para quienes no conozcan el mito del Golem. O de los Golems. Según las tradiciones judías se trata de unos humanoides que se hacen con tierra aplicando magia cabalística. Lo que viene siendo como una tradición esotétrica, medio ocultista, judía. Se ha dicho que Frankenstein es una renovación de este mito pero, como todo mundo sabe Frankenstein es ciencia ficción. Además de ser del género del horror, claro. ¿Puede una historia fantástica ser un antecedente de una de ciencia ficción? En realidad la frontera entre lo fantástico y la ciencia ficción es muy porosa. No sólo la fantasía ha sido muchas veces inspiración de la ciencia ficción, y de la ciencia y tecnología en general, sino que también sucede que lo fantástico, o el pensamiento mágico, crea las formas de pensamiento que luego se vuelven científicas: Por ejemplo, es bien sabido que la química surge de la alquimia. Isaac Newton escribió mucho sobre alquimia. Este viejo artículo de la revista Wired habla de esta relación entre lo mágico y la tecnología y de como en el Silicon Valley les encantan los rituales y todo lo mágico y fantástico. No es casualidad que el festival de Burning Man haya sido creado por tecno nerds de Silicon Valley. Y en el artículo vienen ejemplos de ideas del ámbito fantástico/religioso/ocultista que pasan a la tecnología: Como el caso del creador del VRML, uno de los primeros lenguajes de realidad virtual, que se inspiró en el mito hindú de la red de Indra. También dice el artículo que la criptografía empezó con el trabajo de ocultistas y alquimistas como Trithemius y John Dee. Y por otro lado, la idea de que la vida es como la electricidad y se puede dar vida a un cadáver con descargas electricas no tiene nada de científico. Es fantasía pura oculta tras la términología moderna y el equipo de laboratorio.