Mostrando entradas con la etiqueta depadramas. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta depadramas. Mostrar todas las entradas

martes, 18 de junio de 2013

Cine de departamentos


Podríamos llamarlos DepaDramas, películas que parece que surgieron con alguien que ve un edificio de departamentos y se pregunta que historias habrá ahí encerradas. Como en la última película mexicana de la que escribí, Párpados Azules, o en esta otra película Hollywoodense cuyo nombre lo dice todo, Small Apartments. Los DepaDramas son sin duda una especialidad del cine mexicano que parece haber sacado un estilo a partir de las restricciones presupuestarias. Algunas de los más famosos representantes serían Rojo Amanecer, que sucede casi por completo en un departamento durante la matanza del 2 de Octubre de 1968, La Tarea, del director Jaime Humberto Hermosillo, que explota las posibilidades voyeuristas de una cámara intrusa en un departamento, o Temporada de Patos, película que al parecer inauguró una nueva corriente de películas minimalistas mexicanas y que transcurre al igual que Rojo Amanecer en un departamento de la Unidad Tlatelolco.

Otra película de departamentos es Ciudad de Ciegos, que inclusive al final tiene una escena que hace explícita la idea de una historia que sale de un departamento y se mete al cine cuando un personaje sale del departamento (Como de los 30´s, de la Condesa, como suele suceder) y va caminando a los estudios de cine Churubusco y se mete al foro en donde se filma Ciudad de Ciegos, rompiendo la ficción, o la cuarta pared como se le dice, y canta ahí en un videoclip.

Parece que el verdadero tema de esta película es el propio cine mexicano y por lo tanto ese final en que la película acaba siendo parte de la película es muy adecuado. Ciudad de Ciegos está hecha de varias viñetas, la primera como en los 40´s y la última de la época en que se hizo esta película que se estrenó en 1991. Se puede ver como un especie de catálogo o tráiler en versión largometraje, aunque tampoco tan largo, que anuncia las posibilidades del cine mexicano. En ese entonces se hablaba de un nuevo "nuevo cine mexicano" (el primer "nuevo cine mexicano", fue el de los 70´s durante el gobierno de Luis Echeverría), con películas que pretendían atraer a la clase media. De esa época, por ejemplo, también es "Sólo con tu Pareja" debut del director Alfonso Cuarón, que también se centra en un edificio de departamentos. También había por entonces una serie de televisión, "La Telaraña", en la que cada capítulo era una historia diferente que sucedía en un departamento de los edificios Condesa, de la colonia Condesa, valga la redundancia.


Durante los ochentas el cine mexicano se basó en comedias con desnudos y un humor muy mexicano de juegos de palabras de doble sentido, los llamados albures. No es difícil imaginar porque sucedió esto: para competir con el cine Hollywoodense se necesitan películas que no  parezcan simples imitaciones baratas del cine americano sino que tengan algo propio y las películas con albures y "encueratrices" sin duda eran algo diferente, pero de las que la clase media huía.

Entonces Ciudad de Ciegos también presenta muchos desnudos pero de otro tipo, más eróticos whateverthatmeans, y otros con un estilo más natural y se contiene en cuanto al lenguaje, los diálogos son más recatados. De hecho son medio torpes en realidad.

Por otro lado Ciudad de Ciegos también se presenta como una película de izquierda, quiere representar cierta rebeldía. En la primer viñeta una mujer entra al departamento en donde se ve con un perseguido político. No queda muy claro que es: un agitador, periodista incómodo o sindicalista tal vez. Y no nada más es él un perseguido que no puede salir a la calle sino que su amor también es prohibido pues es casado. Esa es otra constante de la película, los amores furtivos. Todo en esta película quedará apenas esbozado, casi como sugerido o anunciado y así también el coqueteo con el izquierdismo de esa primer viñeta quedará casi como una cosa de estilo.


Para la segunda viñeta, el tema, apenas presentado en alguna línea de diálogo y en el final, es la denuncia. En este caso de un padre hipócrita con dos casas. Aunque resulte contradictorio que en esta Ciudad de Ciegos los amantes furtivos son buenos pero el padre bígamo es malo. Luego una madre y una hija que meten a escondidas una de otra a sus amantes al departamento, el acercamiento a lo popular con las empleadas de una doctora que hacen una parchifiesta a ritmo de Rigo Tovar en el departamento de su jefa, la lesbiana que entre otras cosas amenaza a su pareja con decirlo todo y luego la pareja de amantes en la que ella le pide a él que la deje maquillarlo y él le dice que ya va a dejar a su esposa. Otra posibilidad explorada: la de identificar la propia historia en la pantalla: La familia de los 60´s ve la inauguración de las olimpiadas del 68 en la tele, mientras la hija rebelde habla de la matanza de unos días antes, la pareja de la maquillista y el maquillado se despiertan con el temblor del 85. El, con todo y ojos pintados sale del departamento mientras ella se queda en el departamento roto. De fondo una canción con una letra fatalista: "Aquí me quedo". La música es otra de las posibilidades que presenta Ciudad de Ciegos. El soundtrack, (con canciones de Pepe Elorza, entre otras cosas) tiene un protagonismo casi de videoclip hasta el final en que ya es un videoclip tal cuál. En la última viñeta, el departamento funciona como bodega y cuarto de ensayo de un grupo cuyo saxofonista tiene dos viejas que se conocen ahí. Luego la cantante del grupo les avisa que ya no podrán ensayar en ese lugar pues su mamá va a arreglar el depto para vivir ahí y luego vemos a la mamá, que es la hija rebelde de la familia de los 60´s, y a la hija ya instaladas en el departamento arreglado y redecorado y la hija se despide y sale al foro donde se filma ciudad de ciegos. Hija rebelde del 68 - madre de personaje/actriz de película mexicana dice Ciudad de Ciegos.

Otra de las estrategias de la película es explotar el star system mexicano, al punto de convertirse en una especie de catálogo para explotación comercial. La cosa empieza desde los escritores, que son seis e incluyen al director de la película Alberto Cortés, a un famoso periodista del periódico de izquierda La Jornada y al novelista José Agustín entre otros. Resulta bastante raro porque no hay mucho guión que digamos. Y luego como son viñetas pues la película está retacada de actores ahora sí que de cine, teatro y televisión. Me llamó la atención sobre todo la presencia de Claudia Fernández, actriz que era muy popular en la tele en ese entonces y cínicamente lo único que hace su personaje es arreglarse frente a un espejo con fondo musical  luciendo ropa interior blanca. Bueno, pero luego sale ya vestida de noche. Esto sucede en el segmento de la familia de los 60´s. Aunque no se dice nunca que hace ella ahí. Y luego están los músicos: el grupo Santa Sabina completo, de hecho la cantante Rita Guerrero es también la actriz que se mete a los Estudios Churubusco. Y Sax de La Maldita Vecindad es al que se le juntan sus dos viejas en el ensayo. Una de ellas por cierto es la actriz telenovelera Dobrina Liubomirova, que todavía sigue por ahí nomás que con otro nombre. Y también está Saúl Hernández de los Caifanes y hasta Benny Ibarra hace una breve aparición. En fin que aquí hay de todo. Lo único que si no le viene manejando Ciudad de Ciegos y lo mismo puede decirse del cine mexicano son los buenos guiones. Para acabar les dejo el video final, foto finish, con canción del tal Pepe Elorza con Rita Guerrero en la voz y Saúl Hernández haciéndola de pocho.



miércoles, 5 de junio de 2013

La balada de amor del de las fotocopias y la de la tienda de uniformes



Al principio parece que Párpados Azules va a ser una comedia romántica. O rom - com que les dicen. Pero de hecho es una crítica de las comedias románticas, donde se nota que, para empezar, hicieron todo lo posible por evitar cualquier rastro de comedia. La historia comienza con una vieja contando una historia estilo Nicolás Maduro de que llegó un pajarito a avisarle que iba a encontrar el amor y al final la vieja dice de muy mal humor que ella inventó esa historia y manda a todos sus pájaros, literalmente, a volar. O a la chingada también podría decirse. Este par de escenas de la vieja (Ana Ofelia Murguía), enmarcan una historia con una pareja, Marina (Cecilia Suárez) y Víctor (Enrique Arreola), a la que cuesta trabajo describir como historia romántica. Quizá sólo si aceptamos que puede haber historias románticas deliberadamente frías. Historias de parejas en un tono naturalista que son comunes en el cine francés. Y que siempre incluyen escenas de sexo, digamos, cotidiano.

Con una fotografía preciosita de interiores, un ritmo semilento y una musicalización que me pareció interesante, incluyendo una aparición de la Sonora Dinamita tocando la de "Carmen se me perdió la cadenita", Párpados Azules se inscribe dentro de la ola de cine mexicano minimalista. Y me parece muy bien que se vaya contra las convenciones de la comedia romántica pero creo que se les pasa la mano al presentar a dos protagonistas tan simples, de hecho tan patéticos: un par de empleados solitarios sin nada que decir. Al final cuando deciden casarse pensé que una pareja así debería a toda costa evitar tener hijos para no propagar más el aburrimiento cósmico por el mundo.

Es el mismo caso de otras de las películas del "minimalismo mexicano": está bien que quieran cortar con todo lo que sobra, con cualquier asomo de vulgaridad o cliché. Que las hagan con su propio ritmo. Se nota un interés especial por la imagen y la fotografía que combinado con el ritmo lento provocan la sensación de ser historias que se arman a través de fotos fijas. De hecho Párpados Azules en lo poco que se permite divagar por fuera de su sobriedad narrativa es en que Víctor, el protagonista, quiere comprar un departamento y con imágenes de interiores: cuartos vacíos, cocinas etc. En esta historia ciertos edificios de la Ciudad de México típicos de algunas colonias como Roma o Narvarte tienen un lugar muy destacado. De hecho creo que lo mismo sucedía en El Sueño de Lu. Bueno, no es necesario buscar más ejemplos, hay un tipo de edificios, como de los 30´s, 40´s comunes en la Condesa, Roma o Narvarte que son favoritos del cine mexicano. En el caso de Párpados Azules es tal el protagonismo de las imágenes de interiores que pareciera que la historia fue sugerida por estos. Hasta aquí todo bien, pero lo que le critico a esta película es que al final parece que sólo quería restar y quitar todo lo sobrante. Pero...  ¿qué es lo que sí quería contar?

domingo, 7 de abril de 2013

Freaks contra farsantes



Los Angeles es famosa por ser una ciudad de freaks y en sus edificios de departamentos baratos al parecer puede encontrarse cualquier cosa menos lo "normal". Las criaturas de estos edificios son el tema de Small Apartments, la tercer película de Jonas Akerlund, exbaterista del grupo de black metal Bathory, y director de videos musicales, entre ellos uno de Madonna, Ray of Light, que parece fusil del de No controles de Café Tacuba. La primer película de Akerlund, Spoon, la odié desde lo más profundo de mi corazón pero me convencieron de ver esta y la verdad fue una muy buena sorpresa.

Para empezar al contrario de Spoon, aquí Akerlund no se pone descaradamente a imitar a sus ídolos, Guy Ritchie principalmente, y a meter los más gastados clichés del cine independiente noventero. Small Apartments tiene un elenco de lo más variopinto, o sea es una revoltura de lo más raro, como raros son los personaje principales de la película, Franklin Franklin (Matt Lucas excelente), y su hermano Bernard Franklin, así como sus vecinos el pacheco Johnny Balls (Johnny Knoxville) y su chava darketa Rocky (Rebel Wilson). La película nos presenta un mundo en donde si no eres un desadaptado muy probablemente tu vida es miserable, como le sucede al otro vecino, Mr Allspice (James Caan), que puede tildar de freaks a los otros pero es un tipo solitario y triste incapaz de romper la rutina. O eres un miserable, como es el caso del casero. Como suele suceder en el cine americano, por lo menos en el contemporáneo, los personajes quieren escapar. En muchos casos quieren irse a una gran ciudad y Los Angeles es la tierra prometida en muchos casos. Pero en esta película están en Los Angeles, que es una trampa según le dice su hermano a Franklin, así que hay que soñar con irse a los alpes suizos como hace él o con trabajar en un table de Las Vegas como la otra vecina, Simone. La película presenta a personajes que por más raros que sean; como Franklin o su hermano o el pacheco de Tommy Balls o Simone con su sueño de bailar en el tubo, son buenas personas. Son auténticos al menos. En el otro extremo están la mamá de Tommy, que fue una madre terrible pero que aún así su hijo la prefería antes, cuando era alcohólica, que ahora que se convirtió en cristiana. Y sobre todo está el Dr Sage Mennox (Dolph Lundgren) un farsante que vende libros para tener "fuerza cerebral" y todo en él es falso, desde su bronceado hasta sus poses. Y la historia le hecha en cara a este personaje las consecuencias de sus mentirosas teorías pues por su culpa el hermano de Franklin no se trato a tiempo un tumor cerebral y murió. Y ahora Franklin irá junto a él en el vuelo a Suiza y le asegura al doctor que será un vuelo muy largo. Yo sólo le quitaba a la película el final en que el personaje de Billy Cristal pone un cassette en donde Bernard Franklin le echa un choro a su hermano Franklin Franklin. Es como si el director no confiara en su historia y, por si las dudas, deja un mensaje buenaondita que sobra por completo.