lunes, 10 de noviembre de 2025

Las rocas también lloran


Acabé muy decepcionado con La Máquina, la película de Benny Safdie que ahora trabajó sin su hermano Josh.

Esperaba algo mejor de uno de los directores de Uncut Gems, una película que he visto nombrar entre las mejores películas de lo que va del siglo, y creo que con justa razón. Entonces una película de uno de los hermanos Safdie, con Emily Blunt y además sobre un luchador de artes marciales mixtas prometía bastante. Esperaba volver a sentir esa sensación que me dejó Uncut Gems de haber visto una obra maestra, un peliculón. O al menos como la también muy buena Heaven Knows What.

Pero no. Aunque La Máquina logra captar la atención, es interesante y uno está esperando ver que pasa, al final decepciona porque no hay una buena historia. Lo que cuentan se puede resumir como "Erase una vez un luchador invencible pero al final por discutir mucho con su novia perdió un torneo muy importante."

Y no exagero, en la última pelea que vemos de Mark Kerr (Dwayne Johnson) lo están pateando en el piso y a alguien se le hizo buena idea mezclar imágenes de sus problemas con Dawn (Emily Blunt), para explicar porque Kerr no se movía, no hacía nada.

La última escena de la película en la que vemos al verdadero Mark Kerr, de compras en el súper y luego cargando las bolsas para subirlas a su camioneta e irse es patética ¿Eso qué?

Mientras lo vemos peleando y preparándose para las peleas y demás, como si tuviéramos un full backstage pass para torneos de artes marciales mixtas, la cosa es interesante. Y parece que la pelea final será entre Kerr y su mejor amigo Coleman. Y además está la adicción de Kerr a los opioides y otras cosas para el dolor.

Pero lo de la relación con Dawn... una típica pareja que se pelea por puras estupideces, por todo y por nada, desde un principio me hizo ducar que la película fuera a sacar algo bueno de ahí.

De hecho la historia de Coleman, un luchador ya en su segundo aire, a quien ya lo ven como próximo al retiro, pero que acaba ganando el torneo Pride del 2000, parece más interesante que la de Kerr.

Pero eso sí, así como en Uncut Gems Adam Sandler demostró que no sólo puede hacer pélículas muy populares, pero la mayoría muy malitas, sino que también puede hacer un gran papel, en La Máquina Dwayne Johnson me parece que hace una muy buena actuación. De luchador brutal que suele darle rodillazos en la cara a sus rivales pero que tiene un lado sensible y además con un estilo amable casi como de Christoph Waltz en Django desencadenado. Sí, la roca también llora.

Total que me parece otro caso en que un director, que suele trabajar con su hermano, dirige una película en solitario y la cosa no sale bien. Estoy pensando en la infumable Honey Don´t de Ethan Coen, sin su hermano mayor Joel. Ni porque la protagonista es Margaret Qualley la película se salva.

Ah y la música de La Máquina es malísima.


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