viernes, 12 de septiembre de 2025

Rudo y maricón


El Complot Mongol (Antonio Eceiza 1977) fue la primer adaptación de la novela súper éxito del mismo nombre de Rafael Bernal, considerada la mejor novela negra mexicana. Hay otra versión más reciente del director Sebastián Del Amo, pero esto es sobre la versión del 77 del director vasco Eceiza.

Y lo primero que se nota cuando uno conoce la novela y ve esta película es que extrañamente, a la versión fílmica no llegaron los brillantes diálogos de la novela, en particular esa voz interior del pistolero Filiberto García (Pedro Armendáriz Jr.) que no deja de decirle "pinche" a todo y hablar de muertos. ¡Pinches muertos!, es la frase de batalla de Filiberto, un tipo agudo y simpático a pesar de sus defectos, un personaje que se expresa a través de su diálogo interior y con los demás personajes, y que desaparece la voz interior y es de pocas palabras con los demás 

En general los diálogos de la película son sumamente parcos, parece como si los actores estuvieran cobrando por palabra y los productores de la cinta no quisieran gastarse el dinero, que se nota era poco, en palabras de más. Esta película parece un punto medio entre los grandes diálogos del cine mexicano anterior y el más contemporáneo cine minimalista mexicano con su mutismo extremo.

Por otra parte es fácil imaginarse a los guionistas de la película, es decir al director Eceiza y al crítico de cine y guionista de ocasión Tomás Pérez Turrent, como a la pareja de beodos de la cinta, es decir Filiberto García y el licenciado (Ernesto Gómez Cruz) que entre copa y copa van contando la historia por medio de flashbacks. Así Eceiza y Pérez Turrent, en la famosa cantina "La Opera" de la Ciudad de México, como los personajes de la película, irían adaptando la novela basándose en flashbacks, usando muchas tomas con espejos y diálogos mínimos pero que a pesar de eso logran ser poco claros, creando un efecto de desorientación, de película borracha.

Y eso claro puede ser positivo, es un efecto interesante, pero luego parece que se pasaron de tequilas. Como por ejemplo con la balacera final, ya después de que García se echó al Licenciado Del Valle y al coronel. ¿Quiénes participan en la balacera? ¿Porqué? ¿En dónde están? ¿Qué pedo? 

La historia se trata de un gran complot, primero para asesinar al Presidente de Estados Unidos durante una visita a México y después resulta que al que querían matar era al Presidente mexicano. Hay un agente del FBI, curiosamente llamado Spielberg, y uno de la CIA. Y sin embargo la película no pasa de ser una típica historia mexicana sobre el matón del barrio. Sólo que del barrio chino de la Ciudad de México, pero es una historia de vecindades y borrachos en la cantina.

Hay dos momentos en que la película misma parece decir que no está a la altura: Uno cuando a Filiberto le dice su jefe, el coronel, que se le hace raro que en una gran intriga no haya extranjeros y Filiberto responde que los extranjeros son más organizados y no usarían a gente como "el sapo" y otro de los matones de la película para una gran intriga. La propia película diciendo que sus personajes no están a la altura.

Y otro momento en que la película parece sincerarse es cuando en la borrachera el licenciado le dice a Filiberto, que que bajo han caído. El licenciado tuvo tiempos mejores y dice que ahora está en la mierda.

Pero se supone que Filiberto es un policía y está en el caso de una gran intriga internacional, sería un momento estelar de su carrera.

Pero claro, lo que sucede es que eso no es creíble. El licenciado habla por si mismo pero además parece hablar por el cine mexicano, por el país, por Filiberto y hasta por algunos de los que participan en la película. Como Pedro Armendáriz, cuyo padre actúo en películas clásicas de la llamada época de oro, o como el cinefotógrafo de la cinta Alex Phillips Jr. hijo de Alex Phillips, que fotografió grandes películas mexicanas, incluidas historias de cine negro como "La Otra" o "La Diosa Arrodillada" dirigidas por Roberto Gavaldón.

Y a pesar de eso, la película refleja bien la realidad de un país en donde personajes como el licenciado o como Filiberto trabajan para alguien, a veces del lado de la ley y a veces del otro, como bien dice el abogado borrachín. Como pistoleros o como abogados. Por las buenas o a veces por las malas, como a Filiberto a quien tienen sometido por haber matado "sin órdenes". El licenciado vendía huelgas y Filiberto mataba campesinos. Sí, eso que dice el licenciado de que en el fondo él y Filiberto son iguales parece verdad.

En realidad ellos dos son la esencia de la historia y la intriga es lo de menos. El abogado borracho y decadente con quien tantos se pueden identificar y el macho, o matasiete, como le dice una prostituta a Filiberto. Un personaje que despojado de casi toda la gracia e ingenio que tiene en la novela queda al desnudo como un tipo que golpea mujeres, es mamón y grosero. Y parece tan macho, pero, como le dice la prostituta a la que se niega a pagarle nomás porque sí, los tipos como él, los machos matasietes son todos maricones. Y hay una cosa curiosa, se supone que él está enamorado de una china y cuando matan a la china se pone loco. Pero la china, Martita (Blanca Guerra), se la pasa ofreciéndosele y rogándole a Filiberto y él se la pasa haciéndose el difícil. Inclusive le reconoce al licenciado que se vio maricón con Martita. Y lo mismo le pasa con una gringa, que está como metida para saciar el antiyanquismo mexicano, ella se le ofrece y se encuera nomás de ver al pistolero mexicano. Y por cierto, de Spielberg, el agente del FBI, García dice que es puto y al de la CIA lo manda a chingar a su madre. Sólo se le hace con la prostituta a la que no le paga. Y le agarra una teta a otra mujer, torciéndosela, para torturarla y que suelte la sopa. Bien misógina la cosa.

Creo que sería mejor título para la película "El Complot Teporocho".       


miércoles, 3 de septiembre de 2025

El sol zombificador


Eddington (Ari Aster 2025) presenta a manera de enlace entre capítulos una imagen clásica del western: El sol en el cénit rodeado de un halo. En la típica de vaqueros esa imagen viene con música ominosa que anticipa un desenlace fatal y de remate suena el cascabel de una víbora o se escuchan graznidos de zopilotes. Sabemos que el héroe cruza el desierto y, a menos que suceda algo inesperado su muerte es inminente.

En el pueblo de Eddington, un microcosmos de Estados Unidos, el que está condenado no es un solitario vaquero, más bien parece ser el pueblo completo. Lo dice Joe Cross (Joaquin Phoenix), el sheriff de esta población en el desierto de Nuevo México. Se lo dice al alcalde: "Tu pueblo está muerto". Y Cross, como un Trump wannabe quiere devolver a Eddington a supuestos tiempos de gloria pasados cuando era un pueblo dedicado a la minería de cobre.

Pero parece que el principal problema de Eddington no es ni el covid 19, la historia transcurre en 2020, ni tiene nada que ver con el cobre. Más bien es como si el sol del desierto les estuviera causando alucinaciones a los habitantes, o como si les estuviera comiendo el cerebro, zombificándolos.

Eso sin embargo es metafórico, lo que vemos es un virus, que no tiene nada que ver con el covid, que entra por la laptop de Dawn (Deirdre O´Connell), una fanática de las conspiraciones empeñada en que su hija Louise (Emma Stone) "saque la cabeza de la arena", es decir que acepte las teorías conspirativas igual que ella.

Louise por cierto, está mal, al principio no sabemos que tiene, parece deprimida, se siente observada todo el tiempo, rechaza el sexo con su esposo, quien al inicio de la película esta viendo un video sobre personas que quieren tener hijos pero su pareja no.

La cura resulta ser un tuluminati: Vernon (Austin Butler) un "iluminado" que asegura que gracias a cinco años de terapias experimentales recuperó recuerdos de cuando su papá lo regaló a un grupo de pedófilos, que lo llevaron junto con otros diez niños, a un bosque para abusar de ellos y sólo él pudo escapar. Todo acerca de este gurú parece falso empezando por su historia y las teorías conspirativas que propala en su sitio de internet. Así que cuando nos enteramos que el problema de Louise supuestamente es que fue abusada, y luego al final la vemos feliz y embarazada junto a Vernon, lo de que sus problemas vinieran del abuso parece dudoso. Para empezar ella nunca dice quien fue el que abusó de ella. Su mamá dice que fue Ted García (Pedro Pascal), el alcalde del pueblo, pero Louise lo niega. El sheriff Cross le pregunta quien fue y ella no le dice nada a su marido. De cualquier modo el problema por un abuso cuando ella era niña no se había podido arreglar hasta que llega el loco chalado de Vernon. La conclusión lógica es que ella necesitaba un charlatán y una secta para sanar y poder tener hijos.

Es el triunfo de los merolicos y embaucadores, como el vagabundo mugroso y descalzo con quien inicia la película, quien va hablando solo prometiendo millones a quienes le hagan caso. Significativamente atrás de este vagabundo, Lodge (Clifton Collins), se ve la construcción de un gigantesco centro de datos para alguna inteligencia artificial. Lodge acaba muerto, pero otra conspiranoica, la suegra del sheriff, será de las triunfadoras. Ella será quien hablará en la inaguración del gigantesco centro de datos, pues a su yerno le meten un cuchillo en la cabeza y queda como vegetal, pero aún así gana las elecciones y se convierte en el nuevo alcalde de Eddington. Y como no puede moverse o hablar, la suegra, con la que vive, acaba siendo el verdadero poder.

¿Pero cómo fue que Joe Cross acabó como un despojo humano descerebrado?

Al principio parece un tipo que sólo está en contra de ponerse cubrebocas y de la cuarentena porque según él el covid aún no ha llegado a Eddington. Parece un tipo bonachón que ayuda a la gente, está en contra del alcalde García porque este es corrupto y ama profundamente a su esposa.

Pero no quiere pensar: Decide lanzarse para alcalde y no quiere pensarlo mucho, acusa a Ted García de violación y tampoco quiere pensarlo mucho antes de lanzar la acusación por las redes. Va soltando pequeñas teorías conspirativas como que detrás del centro de datos está Bill Gates, algo de lo que no tiene la menor prueba, o que los tapabocas tienen que ver con el comunismo y acabarán siendo mortales. Después de acusar a García de violar a su esposa las cosas se van enredando cada vez más hasta que acaba haciéndose de enemigos que lo quieren matar.

Y las teorías descerebradas de derecha no son el único blanco de críticas en esta película. También aparecen wokes con ideas bastante radicales como los blancos que quieren acabar con los blancos. Uno de ellos, Brian (Cameron Mann), acaba matando a un tipo de la "antifa", los antifascistas, el que le clava un cuchillo al sheriff y paradójicamente eso le permite convertirse en un influencer de derecha. Pero influencer al fin. Y en efecto, los extremos se tocan.