jueves, 25 de septiembre de 2025

La niña sin amor

 


Perfume de Violetas (Maryse Sistach 2001) es como una presentación del lado femenino de esa canción del tri "Niño sin amor".

A Jessica, una adolescente chilanga que está en secundaria sus papás ya la quieren poner a trabajar pidiendo dinero en alguna esquina para que de dinero en la casa como su hermanastro. A quien además ella debe tenerle las camisas limpias. Y él también quiere tenis nuevos así que por una corta deja que el chofer del microbús donde trabaja viole a Jessica repetidamente.

¿Es extraño entonces qué ella robe o que tenga problemas en la escuela?

La historia empieza con Jessica y Miriam haciéndose amigas, Miriam aún virgen, aún no le baja, y al menos no tiene que aguantar un hermanastro y al ruco de la mamá. Y las violaciones. Así que para la mamá de Miriam, Jessica es una mala influencia y trata de alejar a su hija de su nueva amiguita.

Viven en una colonia popular de la Ciudad de México, de estética abigarrada, una especie de laberinto en donde un microbús predador, con el hermanastro y el chofer violador abordo acecha en cada esquina.

Y el problema de fondo, como dice el subtítulo de la película es que "nadie te escucha". No si eres como Jessica, a quien en vez de ayudarla la gente la tacha de puta. Supongo que porque nadie la quiere y sería una molestia tener que defenderla. Así que volteándole los papeles diciendo que la culpa es de ella por puta pues se evitan molestias.

Sólo que esta vez cuando la mamá de Miriam le dice a su hija que Jessica es una puta, olvidando cualquier sororidad, y amistad, y después cuando Miriam le dice en un baño a su amiga puta, siguiendo el guion materno,  habrá un costo que pagar pues como boomerang la ofensa regresará con violencia.


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