miércoles, 17 de abril de 2024

La brutal suavidad

En "Sólo Dios Perdona" (Nicolas Winding Refn 2013) este director nos presenta nuevamente súbitos contrastes entre delicadeza y violencia brutal. En esta ocasión el campeón de este juego es el personaje Chang, un tailandés que elimina a los hermanos Julian y Billy, dos violentos criminales americanos. Y a su madre.

La suave sensibilidad está en las canciones que canta Chang. En la silenciosa contemplación de Julian a la prostituta Mai. Que cuando es interrumpida por un par de ruidosos borrachos sacan su lado violento.

Pero sobre todo el juego en este laberinto oriental se trata de silencio e inmovilidad.

Es fácil adivinar cuando Chang y Julian pelean que el primero ganará pues no mueve un músculo, no pestañea siquiera mientras que Julian camina en círculos y mueve los brazos.

Chang es inmóvil, brutal y justo y a los demás, así sean hiperviolentos criminales gringos no les queda más que morir o pedirle que los corrija por favor.

Una admiración como la del Coronel Kurtz de Apocalipsis Now cuando habla de los vietnamitas que prefieren cortarle un brazo a una niña, donde un americano le ha inyectado una vacuna, que tener algo del enemigo en ellos.

Sólo que entregarse a lo que Chang representa, la férrea disciplina por fuera y la suavidad por dentro puede ser exactamente lo que no necesitan, tomar más de lo mismo que los está matando. Veamos: La familia está en problemas: el hijo que según la madre es pésimo para pelear mató al papá a golpes. El hermano mayor quería a una prostituta de catorce años y luego mató a otra. Eso no es sano. Julian pidió a Mai que se hiciera pasar por su novia ¿porqué? Y se puso a gritar como histérico desequilibrado porque ella le dijo que no le gustó un vestido que le consiguió. Y ni hablar de la forma como la mamá habla de la verga de Billy, suena como a taboo.

Podría ser que la violencia por fuera sea una compensación o síntoma de los problemas por dentro. Quizá lo que necesitaría Julian no es ser más rígido sino moverse más, no quedarse sin brazos.  

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