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viernes, 31 de mayo de 2024

Entrele al narco y solucione los problemas de infertilidad e infidelidad de su matrimonio


Es bien sabido que los hombres con aspecto de que acaban de salir del reclusorio, o que van que vuelan para allá, tienen mucho éxito con las mujeres. Pero lo que Brawl on Cell Block 99 (2017 dir y guión Craig Zahler) nos presenta va más allá: La historia va de un matrimonio a punto de dejar de serlo. Ella (Jennifer Carpenter) le ha estado poniendo el cuerno y además no han podido tener hijos.

Entonces él (Vince Vaughn ) anuncia que le va a entrar al narco ¡Y pum! Lo siguiente que sabemos es que ya dejaron su casita y viven ahora en una casota y esperan una bebé, la "koalita".

Bradley el marido es ahora un súper amoroso futuro padre que ni siquiera deja que la koala, la mamá de la koalita, corte una ensalada con un cuchillo porque no se vaya a cortar.

Pero las cosas se van a complicar, como de costumbre, y Bradley acabará peleando, con los puños, por su koalita.

Es una historia que mantiene el interés y la tensión de principio a fin, con buenos diálogos. Además tiene algo de tono crudo pero realista atractivo. Pero sólo algo y no hasta el final. Ya para cuando Bradley cae en una cárcel de máxima seguridad y el director de esta carcel (Don Johnson) sale a recibirlo a la calle la cosa ya es totalmente fantasiosa.

Tanto así como cuando al final la koala se pone el celular en la barriga para que Bradley hable con la koalita.

Sí, son muy divertidas las películas de madrazos cuando están bien hechas.

Pero detesto el mensaje de que todo lo hacen por amor, casi siempre, a una niña. Parece que ni siquiera dan permisos para poner a un niño en vez de a una niña.

Me recuerdan a los políticos que dicen que roban por amor a su familia. 

Los he oído.

No, los políticos corruptos no son así por amor y no hay narcos que en el fondo sean caballeros medievales, que dizque no se meten con los "civiles" y que son de lo más honorables.

Los malandros no van a ser brutales con unos pero dulces contigo.

Ah, y otro tip: Antes de comprarle una nueva casa a una esposa infiel habría que pensar si así se salvará el matrimonio o si sólo se está poniendo mejor la escenografía para los encuentros con los amantes.


domingo, 12 de mayo de 2024

El pájaro petirojo del amor y el escarabajo de la locura


La historia de terciopelo azul ( Dirección y Guión David Lynch 1986) es de contrastes y símbolos muy nítidos. Claramente definidos. Como las cercas bien pintadas de Lumberton. Y sus flores de colores firmes.

La manguera que se atora es como el sistema cardiovascular del que riega que está a punto de descomponerse y dejar de funcionar.

Y tan claro como los detalles es la historia, que en el fondo se trata del contrate entre el amor, simbolizado por los pájaros, la propia Sandy Williams el personaje de Laura Dern nos lo dice al contarnos su sueño de los pájaros; con los escarabajos.

¿Pero que significan estos insectos? Podría ser la violencia pero no creo, esa más bien está representada por el fuego. Que se prende cuando Jeffrey Beaumont (Kyle MacLachlan ) golpea a Dorothy Vallens (Isabella Rossellini). Y en otros momentos de violencia.

Los escarabajos aparecen primero cuando el padre de Jeffrey cae al pasto tras lo que parece un accidente cardiovascular, y son como una revelación. Vemos lo que había estado velado bajo el pasto, las flores y las bardas blancas. Y son apenas el anuncio de lo que está escondido detrás de esa América de bomberos sonrientes y canciones melosas como el terciopelo azul.

Jeffrey jugará al detective, o más bien, al fumigador de plagas. El "bug boy" encargado de los insectos y buscando en los rincones de la cocina va a encontrar violencia, corrupción, pero sobre todo locura.

Justo en el departamento de la cantante de la inocente, melosa y nostálgica Blue Velvet.

Esa combinación de violencia y suavidad que acostumbra Nicolas Winding Refn ya estaba en terciopelo azul. En la cantante exquisita a la que le gusta que le peguen, en el matón Jack Booth (Dennis Hopper) que llora con las canciones románticas y llama cartas de amor a los balazos. Y en ese personaje bizarro, pero genial, Ben, el "elegante", el "suave" Ben (Dean Stocwell en una actuación tan breve como inolvidable), que parece un opiómano no sólo imperturbable sino tieso como momia pero que no por eso deja de sorrajarle un puñetazo a Jeffrey.

La locura sin embargo me parece es aquí la madre de todos los escarabajos, la violencia y la corrupción parecen secundarias a su lado.

Ella es la que se esconde detrás de los terciopelos rojos que se agitan inquietantes, la que aparece en la sala rojiza de Dorothy.

La locura representada por Jack Booth y Dorothy Vallens es el gran escarabajo que se comerá al final el pájaro del amor pero no porque sea su contrario. Más bien es su comida, como la tierra para los pastos de los jardines de Lumberton. O de América. O del mundo.


miércoles, 17 de abril de 2024

La brutal suavidad


En "Sólo Dios Perdona" (Nicolas Winding Refn 2013) este director nos presenta nuevamente súbitos contrastes entre delicadeza y violencia brutal. En esta ocasión el campeón de este juego es el personaje Chang, un tailandés que elimina a los hermanos Julian y Billy, dos violentos criminales americanos. Y a su madre.

La suave sensibilidad está en las canciones que canta Chang. En la silenciosa contemplación de Julian a la prostituta Mai. Que cuando es interrumpida por un par de ruidosos borrachos sacan su lado violento.

Pero sobre todo el juego en este laberinto oriental se trata de silencio e inmovilidad.

Es fácil adivinar cuando Chang y Julian pelean que el primero ganará pues no mueve un músculo, no pestañea siquiera mientras que Julian camina en círculos y mueve los brazos.

Chang es inmóvil, brutal y justo y a los demás, así sean hiperviolentos criminales gringos no les queda más que morir o pedirle que los corrija por favor.

Una admiración como la del Coronel Kurtz de Apocalipsis Now cuando habla de los vietnamitas que prefieren cortarle un brazo a una niña, donde un americano le ha inyectado una vacuna, que tener algo del enemigo en ellos.

Sólo que entregarse a lo que Chang representa, la férrea disciplina por fuera y la suavidad por dentro puede ser exactamente lo que no necesitan, tomar más de lo mismo que los está matando. Veamos: La familia está en problemas: el hijo que según la madre es pésimo para pelear mató al papá a golpes. El hermano mayor quería a una prostituta de catorce años y luego mató a otra. Eso no es sano. Julian pidió a Mai que se hiciera pasar por su novia ¿porqué? Y se puso a gritar como histérico desequilibrado porque ella le dijo que no le gustó un vestido que le consiguió. Y ni hablar de la forma como la mamá habla de la verga de Billy, suena como a taboo.

Podría ser que la violencia por fuera sea una compensación o síntoma de los problemas por dentro. Quizá lo que necesitaría Julian no es ser más rígido sino moverse más, no quedarse sin brazos.