sábado, 13 de abril de 2024

Vine a Comala porque me dijeron que acá me podían curar de la virginidad

El Rincón de las Vírgenes (México 1972) es una película que tiene por escenario a la rúlfica Comala y no sólo por ser una historia basada en un par de cuentos de Juan Rulfo sino por su director Alberto Isaac, que aunque nació en Coyoacán pasó gran parte de su vida en Comala y se consideraba Comaliteca. Cuatro de sus películas tienen a esa mítica población como escenario.

¿Y qué puede salir de la unión de estos dos talentos comalitenses?

Pues una buena comedia la verdad, que empieza con una escena en donde el Indio Fernández y Alfonso Arau retozan como springbreakers en éxtásis en una alberca llena de jóvenes mujeres jugando desbrasieradas a las camisetas mojadas.

Luego viene una peregrinación, pero no en busca de un tal Pedro Páramo sino de Lucas Lucatero (Arau) para que ayude con su testimonio a lograr la canonización de "El Santo Niño Anacleto" (Fernández). Ya con oir que el Indio Fernández encarna a un personaje que llaman "niño" y al que se considera santo se entiende que la película sólo puede ser una comedia.

Y aunque el Santo Niño es un curandero y Pedro Páramo un hacendado estos dos comalitas tienen cosas en común. Empezando por las mujeres, siempre en plural. El Santo Niño las escogía de dos en dos para dormir y de ser necesario curarlas de la virginidad, que según le dice a una es una condición indispensable para que recupere la salud.

El Santo Niño Anacleto descubre que el talento para el verbo de Lucas Lucatero, que se gana la vida como narrador de películas mudas (Oficio que increíblemente aún existe) le puede servir y se lo lleva de ayudante.

Y como es tan santo hasta le da a Lucas una mujer con la que comparte la cama. Según ella es su hija, según Anacleto no.

¿Entonces tenemos aquí un santo o un demonio?

Lucas que lo conoció tan bien dice que era el mismísimo diablo. Las mujeres sin embargo tienen otros datos. 

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