"Sensacional de rucos en decadencia" Así podrían haberle puesto a la función de prensa de este Martes 5 donde se presentaron las películas de Victor Erice y Leos Carax. Terribles las dos, la de Erice, director cuya más famosa película "La Colmena" es como de principios de los 80´s, presenta una indigesta sobredosis de nostalgia de unas tres horas en la que el público se supone debe interesarse por lo que le pasó a un actor ficticio que desapareció y luego lo encuentran pero sin memoria. Pero es como si un extraño pierde su cartera: A nadie le importa. Las actuaciones son malísimas. Y es un constante escuchar que si el pasado y el pasado, un pasado de unos personajes que no acaban de conectar emocionalmente, tanto así que cuando ya cerca del final empieza el dueño de un viejo cine a hacer memorias de lo más profundo de mi salió un "O no, no otra vez".
Aburridísima, pesada y exageradamente larga. Sí, si, se trata de la memoria como identidad y el cine como memoria, un viejo tema tratado de forma más interesante por muchos otros.
Por su parte Leo Carax es un director que parece estar al final de un proceso de pérdida de sus capacidad narrativa. Siempre tuvo algo de videoclipero pero en esta última entrega ya sólo presenta imágenes sueltas con frases que, es de suponer, trata que sean impactantes, poéticas, reveladoras o algo así pero no lo logra. Es ver una foto de David Bowie con un pedazo de canción del mismo Bowie seguido de imágenes de viejas películas de Carax y palabras que ni a frases llegan y eso es todo. Al menos Carax hizo de este bodrio algo más bien corto.
Dos directores que parecen abonados perpetuos a todas las muestras de la cineteca. Ya parece manda.
[Emoticón de dos perros orinando]
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