viernes, 22 de marzo de 2013

Sacrificios a Kubrick


Stanley Kubrick es seguramente una de las más fuertes influencias del cine actual. La película española La Senda, o como le pusieron en México, El Camino del Diablo, es una prueba más. Esta película, al igual que la de Dream House del 2011 recuerdan demasiado a El Resplandor. Es evidente en ambas el intento de hacer algo parecido a esta película clásica. La principal piedra con que tropieza La Senda es confundir el absurdo y la incoherencia de la historia con transmitir una sensación de locura.

Llama la atención lo obvio de las intenciones: Un tipo, Raúl (Gustavo Salmerón), en este caso no es un escritor sino un ajedrecista, se va a una cabaña aislada en las montañas con su mujer (Irene Visedo) y su hijo (Javier Montó). Detalle revelador: Raúl en vez de tener problemas con la bebida tiene problemas con su manera de fumar. Ya con esto último vemos que la cosa no pinta bien, fumar no agrega dramáticamente nada. Ah y también aparecen un par de niñas gemelas. Como ya podrán imaginarse, allá arriba se le van las cabras a Raúl.

Un detalle curioso es que hay un personaje, Samuel (Ariel Castro), que Raúl descubre que anda viéndose a escondidas con su mujer, y que se lleva mejor con su hijo que él. Samuel hace unas marionetas con las que se presentan obras de teatro guiñol. Pero las marionetas son como personajes vivientes pues al hijo de Raúl una de estas "le dice" cosas al oído, al parecer cosas malas de su papá.¿Y qué hace Raúl? Pues compra una de estas marionetas y además invita a Samuel a su casa para que pase con ellos la navidad y se cene el cerdo que él compró y su mujer guisó. Un sacrificio por los que sí hacen personajes vivientes aunque sean hechos según reglas preestablecidas, en este caso de la comedia del arte; Colombina, Polichinela, Arlequín etc.

Queda La Senda como nueva constancia de que lograr los efectos en el espectador de El Resplandor no es para cualquiera. Para Mayor Gloria de Kubrick, Amén.

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