En Alien (Ridley Scott 1979) parece que no tomaron muy en cuenta al gato Jones, pues al menos en español se anunciaba como Alien: el octavo pasajero. Siete supuestos humanos más el alienígena xenomorfo. Pero el gato Jones es importante, para empezar sobrevive al xenomorfo y Ripley (Sigourney Weaver) ya al final de la película, con el tiempo encima para huir de la nave y salvarse, se da tiempo para buscar a Jones. De hecho Jones participa en la narración de la historia, vemos que a Brett (Harry Dean Stanton) se lo come el alien a través de los ojos del gato.
Jones y Ripley, cuya vulnerabilidad queda resaltada al final cuando portando apenas unos pequeños calzoncillos debe enfrentar por última vez al monstruo, comparten el olfato que puede detectar una rata en la nave. Ripley desde que el científico Ash (Ian Holm) deja entrar a la nave a Kane (John Hurt) sin seguir los protocolos de cuarentena obligatorios, sospecha de él. Para cuando descubren que Ash es un robot, ella ya sabía que estaba protegiendo al monstruo.
Ripley y Jones tienen olfato y los enemigos son primeramente el robot humanoida Ash y la "madre" como le dicen al sistema que es como una inteligencia artificial actual.
Si no fuera por Ash y la madre los tripulantes del Nostromo ni siquiera hubieran entrado en contacto con los mortíferos aliens en primer lugar.
Alien es una fábula cuya moraleja es no confiar demasiado en las máquinas, o las corporaciones que las manejan, para no abrirle la puerta al monstruo hipereficiente que Ash admira por su falta de moral
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