lunes, 16 de junio de 2025

Cazadores malos/hervíboros buenos


Aunque en El Imperio de los Conejos (Seyfettin Tokmak 2024) aparecen perros veloces que persiguen a ágiles conejos en cacerías en la campiña turca, eso es lo único ágil de esta película que es más bien lenta. Tanto como los alumnos de la escuela en algún apartado lugar de Turquía cuando fingen estar lisiados para que así el gobierno les de dinero a ellos y al director de la escuela.

Esta película en la que por alguna extraña razón participa una productora mexicana, Mandarina Cine, y la cinefotógrafa Claudia Becerril Bulos, lo cual es seguramente la razón por la que El Imperio de los Conejos se presentó en el pasado Festival Internacional de Cine de Guadalajara, presenta a los cazadores así lo sean indirectamente a través de sus perros, como lo piorcito. Igual que en El Rastro, la película de Agnieska Holland de la que escribí hace poco. De hecho Muzaffer, el cruel organizador de las cacerías es también el corrupto director de la escuela donde obliga a los alumnos a fingir que son lisiados. Pero Mussa, el protagonista, se escapa con la hija de Muzaffer y sus conejos, porque ellos aman a los conejos y colorín colorado. La anécdota es demasiado breve para una película de hora y media y por eso se va lenta casi como cine mexicano contemplativo. No tanto por supuesto, las películas mexicanas pueden ser muy extremas en eso. Pero lento.

Y no entiendo porqué si aquí el amigo Muzaffer, el macho alfa es tan malo, porque dice Mussa que sus conejos son un imperio con todo y conejo alfa emperador. Debería ser una comuna de conejos o una cooperativa. Mínimo una república conejil que practicara la equidad de género ¿Qué es esto? ¿fascismo de los hervíboros?

Todo mal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario