lunes, 26 de mayo de 2025

Temporada de Cazadores


A "El Rastro", película de la directora polaca Agnieszka Holland codirigida con su hija Kasia Adamik, que se llevó un oso de plata en el festival de Berlín de 2017, hay que reconocerle el valor de expresar los verdaderos sentimientos de animalistas y veganos radicales: Les gustaría matar a los cazadores y a los que explotan animales de cualquier forma y los hacen sufrir. Y que ardieran las iglesias en donde digan que Dios les dio los animales a los hombres para hacer con ellos lo que quieran y además que los animales no tienen alma.

Pero la película se pasa de difusa: Aparte de los animales y la cacería de cazadores se habla de astrología, se mete el debate entre el determinismo y el libre albedrío y a William Blake y al espíritu revolucionario de los sesentas y todo esto y más con un exceso de personajes. Además el idioma no ayuda al público mexicano. Que si mataron a Kwzwyk o a Wzyky o Zwykw y a uno ya se le olvidó cuál era cuál y encima la narración utiliza muchos flashbacks lo que acaba siendo confuso.

Como El Rastro (que por cierto este título es una traducción del título de la película en inglés que no tiene nada que ver con el nombre de la película en polaco) se presentó en la inauguración de la cuarta Semana de Cine Polaco en México, edición dedicada a Agnieska Holland, había público polaco en la sala que se reía de cosas que los mexicanos no captábamos. Un personaje dice que su verdadero nombre es Swietopelk y los personajes en la película y el público polaco en la sala muertos de risa y los mexicanos con cara de what?. Como si fuera un albur en polaco o algo así.

La historia tiene algunos personajes muy acartonados como el nerd/hacker tímido y débil pero bueno. Por favor ahora los nerds controlan el mundo y son unos ojetes, basta ver a los que controlan las compañías tecnológicas.

Y luego está el extravagante entomólogo, o sea experto en insectos. Hace que la protagonista Janina, que odia que le digan Janina y nunca se explica por qué, acabe llorando también por los insectos.

Y los cazadores son tan pero tan malos que son mafiosos, corruptos, borrachos, golpean mujeres, tienen un burdel y controlan a la policía.

Al final la historia le acaba dando la razón al policía que le dice a Janina que le recuerda a su abuela que tiene siete gatos y también alimenta a los gatos callejeros y que es como ella una mujer mayor que vive sola insinuando que la soledad es la causa de su radicalismo animalista. De hecho Janina dice que sus perras son su familia. Y el final feliz consiste en que ella acaba formando una familia con otros amantes de los animales, todos víctimas de un modo u otro, que le ayudan a escapar cuando se descubre que ha estado matando cazadores. Y en esa nueva familia seguro nadie le dice Janina. Nueva familia y nueva identidad.

En la vida real mucha gente quisiera matar a los cazadores. A la película se le acusó de defender el eco- terrorismo y la Holland dijo que que bueno que la acusaran de eso. A mi por cierto me encantaría que los pájaros, como sucede en  El Rastro, les echaran colillas y quemaran las iglesias donde digan que los animales no tienen alma.

La Semana de Cine Polaco se presenta hasta el 1 de Junio en la Cineteca Nacional con películas de Agnieska Hollando como El Rastro, Actores de Provincia, Frontera Verde, Mr. Jones, Charlatán, Fiebre y Una Luz en la Oscuridad.


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