Terrible, hecha a partir de unir diferentes historias sin que ninguna sea buena por si misma y sin una historia en conjunto, un deshilachado aburrido nada más. Pero, interpretándolo como sueño, sí hay algo. Todas las historias suceden en una especie de futuro distópico excepto una que es como en los años treintas, todo en estilo Art Decó. Quizá lo único rescatable de la película es la ambientación de ese segmento y en esa historia un tipo se agandalla los planos de una máquina, no se dan más detalles, sólo que es una máquina con la que este tipo piensa hacerse rico. Pero que por quedarse con los planos pierde a lo único que amaba, su hija. Una metáfora de perder el alma por dinero, o por la razón: se enfatiza que los planos son muy meticulosos, precisos, perfectos hasta el último detalle. Y esa historia lleva al futuro donde hay campos de concentración, y muerte por todos lados. Eso se ve que es muy deliberado, todos están muertos ahí por fuera o por dentro. Todos y todo. Lástima que el talento narrativo también.
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