Belle Epoque, la película francesa, nada que ver con la española de los 90, es como la fantasía, el sueño de cualquier Sugar Daddy: La esposa lo deja y él compra un boleto para volver a su juventud y reencontrar el amor. Y la joven llega por el dinero pero se enamora claro está. Y la esposa se arrepiente obvio. Ella por cierto es psicoanalista y se la pasa soltando frases de Freud perspicaces y chistosas por el contexto.
Y poniéndonos en plan analítico, no es difícil notar que parte del encanto aquí es como se puede humillar y poseeer a la gente a billetazos. De hecho la película empieza con una escena muy políticamente incorrecta y luego nos dicen ¿cómo creen? eso es broma. Y empieza la versión azucarada. Pero ya saben, como diría Freud. Entre broma y broma la verdad se asoma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario