lunes, 2 de enero de 2023

Freaks buenaondita

 


Hasta los Huesos viene siendo una especie de road movie romántica que usa un recurso que no diré para no spoilear, pero que hace un efecto como de romance vampírico o entre junkies o drogadictos. Pero algo falla y da por resultado un final malo. Sucede que nos habían contado que la pareja protagónica no podía vivir como la gente normal. Digamos para no spoilear que eran freaks, ya habíamos visto que eran unos freaks buenaondita, sobre todo ella. Eran freaks pero buenos, freaks normies digamos, fresas. Hasta se frikeaban con los otros freaks. Los otros todos tienen en común ser de una generación anterior, incluyendo a la mamá de ella y al papá de él. Y esos sí son freaks chapados a la antigua, malos. Pero entonces la pareja de tórtolos decide ser normal y ¡pum! se vuelven una pareja normal así como así. Sólo porque él le dice un secreto a ella y como entonces ya no hay secretos entre ellos se vuelven normales como por arte de magia. Hasta que llega uno de los viejos freaks a acabar con la historia de amor de los freaks fresitas. Y así, de forma muy anticlimática, con una frasesita cursi de amor que pretende sacar la lagrimita acaba todo. En realidad desde que se volvieron una pareja normal se acabó la historia.

Dato curioso, en esta película como en la de Border, el olfato con el que los raros se identifican entre ellos es clave.

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