jueves, 23 de enero de 2020

La sonrisa de la viuda negra

En una escena de El Imperio de los Sentidos (Nagisa Oshima 1976) Kichizo le advierte a su amante Sada que si le corta el pito para que no pueda coger con su esposa entonces ella, Sada, tampoco podrá usarlo y Sada contesta que se lo metería en la vagina y así estaría siempre con ella. Al final ella le corta los genitales y no sabemos si se los mete pero los lleva cargando con ella según cuenta la película que está basada en un caso de la vida real ocurrido en Japón en los años treintas. Y también nos cuentan que decía la gente que se veía radiante, muy feliz y que se volvió una mujer muy popular. Seguramente Sada dijo que Kichizo pidió ser estrangulado hasta la muerte a la hora de hacer el amor para tener una sensación más intensa. Eso puede ser verdad o no. El caso es que la película nos presenta una historia de sexo que es exactamente el polo opuesto de la pornografía tradicional, en donde las parejas son intercambiables. En este caso se trata de una obsesión y aunque el final hace pensar en un caso de posesividad llevada al extremo, ella, que es una exprostituta, va con un viejo cliente para conseguir dinero, que comparte con él. Kichizo por su parte se coge a una vieja geisha, que muere durante el acto, enfrente de Sada porque fue idea de ella. Además viola a otra mujer. Se supone que son muy celosos uno del otro, pero no tanto como para no coger con otros u otras.

En general la actitud japonesa frente al sexo es muy relajada en la historia. El exhibicionismo/voyeurismo es más la regla que la excepción. En un dialogo cuando Kichizo va a violar a una mujer ella le dice "No me viole porque si me viola no me voy a poder casar". Así que él no la viola y ya. Y como eso muchas cosas pero lo más sorprendente para mi es lo de que Sada se volvió una persona muy popular. como si fuera una versión femenina del Goyo Cárdenas, un asesino serial mexicano que salía en la tele y daba entrevistas como si nada.

Hay otra película cuyo nombre no recuerdo acerca de un investigador del FBI que estudia a un asesino serial de mujeres, también basada en un caso de la vida real, y el asesino acaba diciendo que ser lo último que ella vea es lo que le fascina. 

Y está la teoría de Robert Graves de que en la antigüedad en las sociedades matriarcales el que cogía con la matriarca debía morir después del acto. 

Lo que sucede con algunos insectos. Quizá el tener genes en exclusiva puede dar alguna ventaja evolutiva o algo así y el caso de Sada y Kichizo sea un eco de algo ancestral 

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