Es una película que presenta no un
país, no un planeta, sino toda una galaxia dominada por la peor de todas las
burocracias: La de los vogones, unos Godínez (Mexicanismo para designar
oficinistas) del espacio dispuestos a acabar con cualquier forma de vida inteligente
en base a exigir original y tres copias de todo. Nada más de verlos a los
vogones se les nota en la mirada de vaca muerta, las carnes gruesas y la forma
lenta, ceremoniosa y desesperante de hablar que son creaturas de oficina a las
que nunca les da el sol. Y ni siquiera el Presidente de la Galaxia puede contra
ellos pues este es sólo un tipo narcicista con una buena sonrisa y una gran
cabellera que es tan superficial que firmó la autorización para destruir la
tierra creyendo que le estaban pidiendo un autógrafo. Burocracia maligna,
políticos inútiles y lo único que funciona es una empresa privada capaz hasta
de reconstruir planetas.
viernes, 24 de mayo de 2013
Guía del Viajero Intergaláctico Tatcheriano
Con esa trama resulta significativo que la primera versión de la Hitchhikers
Guide to the Galaxy haya aparecido por primera vez como una serie de radio, y
paradójicamente, en una estación de la gubernamental BBC, en 1978. Justo un año
antes del arribo de Margaret Tatcher al poder. El creador de esta
franquicia, Douglas Adams, también estuvo encargado del guión para la película,
aunque como se murió antes de que se filmara, hubo otro guionista que le hecho
mano a la historia. Pero el tema de la burocracia era sin duda muy importante
para Adams. Es uno de los dos únicos guionistas no pertenecientes al grupo de
los Monthy Phyton que tiene créditos como guionista en esa famosa serie de TV, y el primero de esos créditos es por un sketch acerca de un doctor que le pide
a sus pacientes que contesten formularios con preguntas absurdas mientras se
desangran.
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