Así como suena de absurdo y revuelto, así está Cómplices del engaño, la nueva película de Richard Linklater (Hit Man 2023 dir. Linklater guión Linklater y Glen Powell basado en un artículo de Skip Hollandsworth). Y todavía me faltaron atributos del personaje principal, el profesor de sicología y filosofía Gary Johnson (Glen Powell) que también es experto en aves, en tecnología, es tech support de la policía pero también sabe como deshacerse de un cadáver, entre muchas otras cosas claro.
El problema es que no es una comedia, es drama, con toques de humor pero drama.
Y además Cómplices del engaño tiene un mensaje: Tú eres un constructo social o sea no hay un verdadero tú y puedes ser lo que quieras.
Para que veamos que Gary sabe lo que dice salen de su boca los nombres de Nietzsche, Platón, Descartes y Kant. Explica la teoría del id, ego y superyó de Freud y vemos su librero rebosante de títulos y especialmente colocada encima de una mesa la autobiografía de Jung "Recuerdos, sueños, pensamientos."
Escuchamos que las características de la personalidad pueden cambiarse rápidamente en unos días y parece como si la sabiduría de Freud y Nietzsche estuviera detrás del discurso motivacional de Gary Johnson. Aunque ninguno de ellos habló nunca de que la personalidad podía cambiarse en unos días. Ni Jung claro, pero usan sus términos, como extrovertido e introvertido, para decir cosas qué él jamás diría.
Regresando a lo dramático pareciera que una de las formas en que la película intenta decirnos que la personalidad puede cambiarse fácil, rápido y sin dolor es a través de los personajes que Gary interpreta en su segunda chamba de policía encubierto. Pero eso no funciona porque algunas de sus caracterizaciones salen ridículas.
El colmo es que el cambio que un personaje suele tener entre el principio y el final de una historia queda como perdido, trivializado pues sabemos que Gary, profesor nerd - normie que conquista a la chica sacando su lado de pistolero del viejo oeste, podría mañana sacar su lado femenino, o de negro cubano, o de lesbiano al que le atraen las enanas, o sicópata o de gallina café.
¿Y qué decir de la protagonista? Madison (Adria Arjona) arranca como sufrida mujer que no puede escapar de su malvado marido. En la siguiente escena que es como al día siguiente ella ya es una mujer felíz e independiente. Porque Gary le dijo que dejara al marido. Nunca se le había ocurrido, ni se lo habían dicho, pero pues se lo dijeron y ¡púm! que cambia su vida y se vuelve feliz al instante.
El resultado es que Gary y Madison son personajes sin sustancia con los que no se puede establecer realmente una conexión emocional. Agreguense además otros absurdos de la trama como que Gary se encarga de que todos los que quieren matar a alguien vayan a la cárcel, excepto si se trata de una mujer joven y bella y al final se siente como que uno ha visto una historia más tonta que de costumbre con un discurso de remate que parece para motivar vendedores de algún multinivel.
Y si no me creen pueden ver Cómplices del engaño en su cine favorito porque está en cartelera.
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