martes, 2 de marzo de 2021

Son

 


Son es una buena combinación entre thriller y horror. Empieza con un sermón cristiano pero con tono demoniaco. Nada nuevo claro, a fin de cuentas el tema del anticristo, (Así como la inquisición, la quema de brujas etc etc) que esta película retoma, viene del cristianismo. Lo interesante es que no se sabe si esto se va a tratar de un grupo pedófilo o de una secta, o de locura o si los buenos realmente lo son o si los malos no acaban siendo los buenos. Tiene este elemento tan contemporáneo de que ni los personajes o los espectadores saben que es lo real, pero bien utilizado para darle tensión a la historia. 

Que el tema de la pedofilia salga en el cine no es de extrañar con tantos casos que hay. Lo mismo las sectas. Lo que me llama más la atención es el tema del canibalismo también muy de moda. En este caso hay un paralelismo con la comunión cristiana, donde se come el cuerpo de Cristo para que Dios entre en uno. Y en esta película también sirve como metáfora de las drogas. Quizá simplemente sucede que los humanos nos estamos canibalizando unos a otros aunque no sea literalmente.

Y que el tema de sectas, pedofilia y canibalismo salgan juntos no creo que sea ninguna casualidad. Las sectas cristianas en Estados Unidos apoyan a Trump, y los republicanos ahora son como una supersecta con un líder que para algunos es un enviado de Dios (Sí, Trump) y no escuchan a nadie que contradiga su fe. Y para ellos los demócratas liberales son del demonio y están dirigidos por unos pedófilos caníbales. Los Clinton, Obama etc. Como dije el mundo parece estar lleno de pedófilos y ha de haber en todos lados pero ya cuando un tema central en una elección presidencial es que un bando dice que los otros son unos satánicos pedófilos caníbales parece más bien proyección de su propia sombra secta.

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