jueves, 6 de agosto de 2020

El hombre máquina y su sombra


Jeff Costello es un asesino a sueldo de esos de sombrero y gabardina que no expresan ningún sentimiento, la inexpresividad y las pocas palabras del tipo duro, del asesino frío al extremo. No sólo es una máquina él sino que ve al mundo de la misma manera. Como una maquinaria. Tan sólo porque nota que un pájaro ha soltado demasiadas plumas y revuelto un poco su jaula sabe que alguien ha estado en su piso. Como un reloj cucú predecible y exacto donde se puede notar cualquier irregularidad.

Al final, mata al que lo contrató para matar y después hace una especie de suicidio ritual. Va al centro nocturno donde sabe que lo espera la policía, deja su sombrero en el guardarropa y tira el ticket, va con la pianista negra y le apunta con una pistola descargada. La policía lo mata como sabía que sucedería. ¿Por qué? Desde el punto de vista Jungiano, la respuesta es obvia: Si uno reprime todas sus emociones estás acabarán por controlarnos.Costello no va morir frente a su novia sino frente a esta mujer negra. Y negro es el color de nuestra "sombra síquica" según Jung, que es todo aquello que negamos. Y entre más se reprima más fuerza tiene esta sombra que puede hacernos desear unírnos a ella aunque sea en la muerte.

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