Hasta cierto punto Mátalos suavemente es una película crítica con “el sistema”: Presenta una historia situada en 2008, después del estallido de la crisis financiera y hasta la victoria de Obama en las elecciones. Y se escuchan constantemente como trasfondo de radio o televisión a políticos como George Bush, Obama y otros funcionarios. Desde la primera toma en donde la cámara sale por un túnel a un lugar lleno de basura con mucho viento, la película tiene una atmósfera de desolación y crisis. Mientras vemos la historia que gira alrededor de un negocio ilegal de juego controlado por la mafia, se oyen en el fondo declaraciones acerca del rescate de Wall Street, como señalando que arriba o abajo de la economía las cosas en el fondo son iguales. En la escena final, Jackie, el asesino a sueldo interpretado por Brad Pitt, dice que Thomas Jefferson, uno de los Padres Fundadores de Estados Unidos, es considerado un santo por decir que todos los hombres son iguales; pero que en realidad Jefferson era sólo un esclavista que lo único que quería era no pagar impuestos. Y que mandaba a otros a luchar mientras él se cogía a su esclava negra. Y que los Estados Unidos son un negocio, no un país.
Este final, en el que Jackie dice que lo que Obama está diciendo en la tele acerca de ser un pueblo unido es pura basura, es el punto en que se unen el soundtrack de la historia, con los políticos y las canciones que suenan muy americanas, de Johnny Cash o Cliff “Ukulele Ike” Edwards ( aunque también están The Velvet Underground o Nico), con la historia propiamente dicha en la cual unos delincuentes, casi todos patéticos, platican de temas tan poco agradadables como el sexo en la cárcel. No son para nada tipos glamorosos. Hasta al emisario de la mafia (Richard Jenkins) lo presentan como un tipo gris. Además casi todos, con la gran excepción de Jackie, son unos idiotas. Inclusive a unos asaltantes los identifican porque huelen mal. Uno de los personajes, el australiano Russell (Ben Mendelsohn) es un heroinómano sucio, con aspecto de vagabundo. Frankie (Scoot McNairy) dice que así como va acabará yendo a la cárcel para ver si lo dejan regresar porque tiene frío. Y así por el estilo. Inclusive hay un diálogo en donde el emisario de la mafia dice que ahora en esta se han vuelto lentos y torpes para tomar decisiones.
Ver mátalos suavemente es como ponerse a escuchar a tipos ruines y endurecidos con vidas deprimentes durante hora y media, porque es una película basada en diálogos. Pero eso sí, todas las actuaciones son excelentes. Al menos en eso, el director y guionista (aunque la película está basada en una novela) de la cinta, el australiano Andrew Dominik, demuestra capacidad para que todos los actores estén impecables.
Andrew Dominik nos ofrece en 'Mátalos suavemente' un thriller intenso, con ritmo, repleto de escenas vibrantes y diálogos frescos, con humor y drama, una película de factura clásica pero que debe gran parte de sus hallazgos a contemporáneos como Tarantino o Michael Mann. La escena entre Brad Pitt y Tony Soprano, James Gandolfini, es soberbia. No es una obra maestra pero defraudará a pocos. Un saludo!!!
ResponderEliminarSaludos!
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