La ilusión pesadillesca
en Mulholland Drive empieza en un alegre concurso de baile de Jitterbug. Un estilo
popular en los treintas y cuarentas. Tras ganar el concurso, a Betty Elms, más
adelante llamada Diane Selwyn, se le ocurre que quiere ser actriz en Hollywood
como una tía suya. Como para recordarnos que muchos y muchas han llegado
bailando a Hollywood, David Lynch le puso a Betty de casera en Los Angeles a
Coco, un personaje interpretado por Ann Miller, una veterana del Hollywood
clásico que fue descubierta cuando trabajaba de bailarina en un centro nocturno
y quien tuvo su primer papel importante como pareja de baile de la también
famosa bailarina Ginger Rogers. Y es a Coco a quien Betty, ya como Diane, le
cuenta que fue tras ganar ese concurso de Jitterbug que quiso ser actriz.
Bueno, Betty toma la carretera del mal por el baile pero también por dos viejillos del demonio que están con ella en ese concurso fatídico y que la dejan hasta el aeropuerto de Los Angeles. Tras despedirse, esta pareja se interna en la soleada capital mundial del entretenimiento muertos de risa a bordo de una limusina. Pero del otro lado del sol, de la risa y de la ilusión otra limusina sube lentamente por la serpenteante Mulholland Drive a través de la oscuridad. Después nos enteramos que la cabeza de la pasajera, una mujer de pelo negro que va en silencio en la parte trasera y de la que no sabremos el nombre hasta mucho más adelante, tenía precio. Por eso lo que sigue después de que el chofer se detiene y le apunta con una pistola puede ser un último sueño antes de morir, una ilusión final. En esa ilusión esta mujer ama a Diane Selwyn, es decir a Betty Elms.
Y esa ilusión acaba en el
“Club Silencio”, que seguramente se llama así pues según decía Lynch, el
necesitaba silencio total para inspirarse. En ese lugar se caen las ilusiones.
"No hay banda". No hay música viva. Es sólo una ilusión nos repite el
presentador. Betty primero tiembla de miedo y acaba por encontrar, en su bolsa,
la clave que la llevará a la verdad: Que Rita, como se hace llamar la mujer de
negra cabellera que ella ama y que no recuerda su nombre, es en realidad Camilla
Rhodes, quien la traicionó y la humilló. Así que la mandó matar. ¿Pero qué más
se puede ver en el Club Silencio? Yo creo que una cosa que se revela, no lo más
importante de la película definitivamente, pero una cosa que se ve son las
raíces hispanas de Los Angeles y por lo tanto de Hollywood.
Son raíces que se hunden
en el pasado, un pasado al que nos lleva la película de diferentes maneras.
Empezando por la protagonista que llega por el concurso de jitterbug, un estilo
de baile que estuvo de moda más de medio siglo atrás. Y la ropa de Betty
también parece con décadas de retraso. Inclusive cuando ya Betty se ha
transformado en Diane por un momento parece que viajó atrás en el tiempo cuando
vemos su cocina que se ve tan antigua.
Y está la película dirigida
por el director Adam Keshner, “The Sylvia North Story” la que estelariza
Camilla Rhodes, que se sitúa como en los cincuentas o sesentas. Además un auto
que está estacionado en los estudios de Paramount Pictures a donde Betty va a
hacer una audición salió en la clásica Sunset Boulevard, una película de 1950, una
favorita de Lynch. Y está el personaje de “El Vaquero”, entre otras cosas.
Pero regresando a lo
hispano: Que una actriz originaria de Los Mochis Sinaloa, Laura Elena Harring
Martínez, interprete un personaje que toma el nombre de Rita por Rita Hayworth,
considerada la más famosa actriz americana durante la segunda guerra mundial,
pero que en realidad se llamaba Margarita Carmen Cansino, otra bailarina, que
al principio de su carrera bailaba en centros nocturnos de Tijuana y que participó
en películas mexicanas de los años treintas parece demasiada coincidencia. ¿Pero
no es exagerado hablar de raíces hispanas de Hollywood? Basta con seguir el
hilo de Rita Hayworth/ Margarita Cansino un poco para descubrir más cosas: Quien
la descubrió dando un show de baile en Tijuana, fue un músico español, Xavier
Cugat, que entre otras cosas es famoso porque supuestamente Rodolfo Valentino,
la máxima estrella Hollywoodense de la época silente, decía que no podía hacer
sus famosas escenas románticas si Cugat no estaba en el set tocando música.Silencio" con el
presentador que habla en español, inglés y francés. Lo del francés quizá porque
la película iba a tener su estreno en Cannes. Quizá por eso también la tía de
Betty supuestamente se había ido a Francia y tenía en su mesita de noche un
libro titulado “Tout Paris”.
Además está el personaje
de la cantante Rebekah del Río que canta la misma canción que la cantante
chicana de la vida real Rebekah Del Río. Que además es presentada como “La Llorona
de Los Angeles”, y como todos sabemos en México, la llorona es un personaje
mítico mexicano. Aunque para mí lo más revelador es que lo último que dice
Rita, antes de dejar de ser Rita y convertirse en Camilla Rhodes, lo dice en
español. Cuando regresan del club silencio, antes de abrir el cubo azul - caja
de pandora Rita busca a Betty y le pregunta: ¿Dónde estás? En español. Resulta
muy pertinente que esta raíz hispana de Hollywood se asome en una película de
David Lynch pues además de su amor por el Hollywood clásico, su carrera arrancó
tras los pasos del chileno Alejandro Jodorowsky.
Su primer película, Eraserhead, salió
a la luz gracias al movimiento de cine de media noche que empezó con "El Topo" de Jodorowsky1. Difícilmente
existe una película mexicana más importante que El Topo de Jodorowsky, porque
con esa película inició ese movimiento. En 1970 el dueño del cine Elgin de
Nueva York, en ese entonces habían muchas salas independientes de las grandes cadenas,
vio El Topo en un museo y compró la película para pasarla en su cine a media
noche después de las funciones normales. Y fue un exitazo. Tanto así que John
Lennon y Yoko Ono compraron la película, que le quitaron al Elgin y la pusieron
en funciones corridas en un teatro de Broadway.
Otros cines empezaron a buscar películas raras para hacer lo mismo que el Elgin. El movimiento del cine de media noche duró hasta que llegaron las videocaseteras y los videocasetes, pero mientras duró aumentó enormemente las posibilidades del cine, echó para atrás la barrera de lo prohibido, de lo que es aceptable y por lo tanto de quienes son aceptados. Los primeros éxitos de la media noche después de El Topo fueron La Noche de los Muertos Vivientes de George A. Romero, la película que detonó la cultura zombie, y Pink Flamingos de John Waters, cuyos atrevimientos siguen escandalizando hasta la fecha. Ambas películas ya habían sido exhibidas sin mayor efecto en el público, muy pocos las habían visto.
Pero encontraron sus fans
a la media noche. Lo mismo pasó con El Show de Terror de Rocky, la película de
culto por excelencia, la gente iba a verla cientos y hasta miles de veces, iban
disfrazados y bailaban en la sala. Y la última película de media noche del cine
Elgin fue Eraserhead. Sí, David Lynch también salió del agujero que
El Topo abrió por debajo de la industria cinematográfica en el Elgin de Nueva
York. Además se puede establecer una relación, una genealogía por decirlo así,
entre El Topo, Pink Flamingos y las películas de Lynch con la tradición
surrealista, que como se sabe tuvo una rama mexicana muy importante que incluye
al principal director de cine surrealista, Luis Buñuel.
Además la primer película
de gran presupuesto que pudo dirigir, Dune, fue un proyecto que durante un
tiempo estuvo bajo la dirección de Jodorowsky y que Lynch finalmente dirigió. Y
además se filmó en México. Pero de Dune hablaré más adelante. Regresando a
Mulholland Drive, de acuerdo con la trama el mensaje principal de la película
es otro. Así que lo que vemos al elevarnos por encima de las luces de Los
Angeles es que detrás del cine hay una mafia. Es un mensaje similar al que
encontramos en las más famosas películas del género negro o neo noir, y
Mulholland Drive es considerada neo noir, que tienen a Los Angeles como
escenario.
Así Mulholland Drive la
película, viene siendo como una versión onírica y que habla más específicamente
del negocio del cine, pero que transmite ese mismo mensaje de las historias de
género negro angelinas: Una mafia mueve los hilos del poder, en la película de
Lynch la mafia la encabeza el señor Roque, un enano paralítico con una cabeza diminuta.
Quizá por esa parálisis es que salen tantos remakes, refritos y la repetición
sin fin de viejas fórmulas. Nótese como este paralítico tiene atrás de él las
mismas cortinas rojas del Club Silencio. Donde no hay orquesta. Todo está
grabado. No hay banda.
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