viernes, 12 de julio de 2024

Zombies bien adaptados socialmente




















Prozac Nation (2001 dir Erik Skjoldbjaerg guión Frank Deasy y Larry Gross) es una película basada en la autobiografía de Elizabeth Wurtzel del mismo nombre, un libro que se relacionó con la generación x, aunque salió en 94, años después de Nirvana, el grunge y "Generación X", la novela de Douglas Coupland.

Y la historia se desarrolla en los 80´s cuando Wurtzel (Christina Ricci) estudiaba en Harvard y era una gran promesa del periodismo musical, ganando premios de periodismo y publicando en Rolling Stone.

Pero se estaba derrumbando por dentro. Al menos lo que se ve en la película es que su choque con el iceberg es cuando pierde la virginidad con un wey, y por un lado dice que ella quería que fuera algo muy especial con alguien especial. Pero organiza una gran fiesta para celebrar que ya no es virgen y ese wey se enoja. Y de ahí cae en una resbaladilla de drogas, problemas con todo mundo, una gran decepción amorosa, hasta un intento de suicidio.

Sin embargo parece que Elizabeth Wurtzel alias Lizzie, tiene perfectamente claro cuál es la causa de todos sus problemas: Su papá.

Un padre abandonador, un divorcio antes de que ella cumpliera dos años, la mamá que no deja de despotricar contra él y luego se vuelve demasiado posesiva y sobreprotectora con ella.

En fin, un tema muy generación x, el divorcio de los padres.

De hecho se presenta todo lo de su interés en escribir, en la música y el periodismo musical como algo motivado por los "daddy issues". Su interés por Lou Reed, quien por cierto hace una aparición en la película, que por la edad parece que podría ser su papá. Y en quien piensa mientras pierde la virginidad como alguien que ama y desea pero al mismo tiempo rechaza. Y su obsesión por Bruce Springsteen, otro ídolo bastante mayor que ella. Justo tratando de escribir de él se bloquea y para tratar de desbloquearse se droga tanto, que sus amigos le buscan ayuda profesional. Así aparece el personaje de la doctora Sterling (Anne Heche).

A ella le cuenta que lo primero que escribió fue un poema a su padre y que sabe que le teme al rechazo por culpa de él.

Es como si entendiera perfectamente cuál es su problema y la doctora no tuviera nada que decirle. Pero que de cualquier modo entender el problema no ayuda en nada.

Le dice a la terapeuta al principio que quiere ser una persona normal, de las que se caen, se ponen una curita y siguen caminando.

Ella le responde que si de verdad quiere pasarse la vida nomás poniéndose curitas. Pero al final cuando le receta Prozac para la depresión y le dice que es sólo para que se estabilice y que es algo temporal y dan el dato, ya de quien sabe cuándo, de que cada año en Estados Unidos se prescriben 300 millones de recetas de Prozac y otros antidepresivos, se entiende que no es que la gente se caiga y se pare como si nada sino que andan todos con "curitas".

Cuando en su etapa de desenfreno Elizabeth visita a su mamá, ella dice que llevó a su hija a Harvard y Harvard le está devolviendo una zombie.

Supongo que al final, ya como una más de la nación Prozac, ella seguía siendo una zombie, pero una zombie bien adaptada.

¿Pero qué tiene de malo el Prozac? Según Elizabeth Wurtzel, sentía como que no era ella, como si tuviera una personalidad falsa. Supongo que algo como haber elegido la pastilla azul de la matrix.

El remate feliz de la película es que dicen que Elizabeth, años después, escribió Prozac Nation que fue un súper éxito.

Y yo me pregunto entonces cuál podrá ser el remate feliz del libro.

Porque la historia no es sólo sobre la depresión, es deprimente. No es como una canción de The Cure depresiva pero bonita.

Al menos yo en la película no veo que pudiera haber hecho del libro un best seller. Todo es como deliberadamente gris sin chiste: La fotografía, la música, la dirección de arte. No aprovechan para nada ser una historia de época.

Además se siente como si la historia en lugar de ser contada fuera una exposición de puntos de una lista. Nos dicen, por ejemplo, cuál es la gran amiga de Elizabeth, pero nunca las vemos ser grandes amigas, sólo las vemos pelearse. Luego está su gran romance con Rafe (Jason Biggs). pero no se ve un gran romance, no hay alguna escena memorable. Y Biggs que era un actor muy popular, está totalmente inexpresivo con cero carisma y ninguna química entre los dos.

Parece como si fuera una historia larga que trataron de meter con calzador en la película o algo así.

De cualquier modo ¿Qué se puede esperar de una historia que acaba en que a la protagonista le recetan Prozac y colorín colorado este cuento se ha acabado?


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