jueves, 9 de febrero de 2023

El swinger que se enoja pierde

 



Swingers es una película holandesa del 2002 que de algún modo se las arregló para tener ese nombre a pesar de que por lo menos hay otra película, del 96 con el mismo nombre. Aunque hay un poco de desnudez no creo que califique como soft porn, más bien es un drama. Pero lo del drama no está tan bueno. Aunque hay una primera parte donde la película logra transmitir la tensión de una pareja novata en su primer encuentro swinger, que será durante un fin de semana con una pareja experta. Después el drama se vuelve pesado con diálogos estilo:

- No tienes que hacerlo si no estás seguro
- Yo estoy seguro, pero no sé si ella lo esté ¿tú estás seguro?
- Si pero no estoy seguro de ustedes
- Es que mi esposa no está seguro de la tuya, hay que estar muy seguros
- ¿A qué te refieres?
- Hay que pensarlo bien.
- Creo que tienes razón
- No lo hagas por la razón equivocada
- No, ¿tú temes estar equivocado?
- Fue idea de ella
- ¿Pero tú estás de acuerdo?
- Sí.
- Vamos entonces.
- ¿Pero tu esposa realmente está convencida?
- Sí, es sólo que es la primera vez, ella cree que no te gusta
- O no es eso.
- Oh espera, necesito hablar con mi esposa
- Claro, habla con ella
- Pero... ¿en verdad quieres hacer esto?.

Y así ad nauseam. No es un diálogo de la película pero da la idea. También se intenta meter el tema de experiencia contra inocencia de forma bastante torpe según yo y al final hay una pareja que "gana" y otra que "pierde" como si en realidad fuera una especie de concurso. Convenientemente el esposo de la pareja que gana se cogió a la esposa del otro y en cambio el otro no se cogió a la suya. No es explícitamente que los ganadores y perdedores sean por eso, pero me parece significativo. También hay un poco de lesbianismo y eso es así como que equis, ni que tuviera que ver con el tema de la inocencia o algo.

Hay una cosa al principio, que puedo verla perfectamente sucediendo en la vida real con parejas de esa (buena) clase social. Están todos en la sala conociéndose apenas y la cosa está tensa y de repente la anfitriona grita:

- ¡¡¡Oh Dios mío!!! ¡Olvidé los bocadillos! -
- No te preocupes querida, voy por ellos -
- No es necesario, yo voy -
- Te acompaño -

Y corren a la cocina como si en vez de bocadillos hubieran olvidado ponerse condón o algo así. 

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