lunes, 22 de abril de 2013

El camino de una guerrera (del tubo)


Al igual que en otras películas recientes, en Dirty Girl la amistad es la máxima relación a la que se puede llegar y la prostitución versión cine xxx, o artista del tubo es vista por los personajes como algo sin nada de negativo o inclusive como un ideal. L@s strippers como símbolo de sensualidad, poder y libertad. Dirty Girl es en parte una road movie, que para tener ese toque retro tan de moda se ambienta en los ochentas, y hasta tiene pretensiones de musical ochentero. Danielle (Juno T), que se autodescribe como "La puta de la escuela" y su amigo por accidente Clarke (Jeremy Dozier), quien ha sido catalogado como 65% gay, 35% hetero por algún "terapeuta"; escapan de su pueblo y de su vida en busca del padre de Danielle, quien le dice a Clarke que se justifique diciendo que fue manipulado por su coño. En este viaje místico iniciático como era de esperarse conocerán en el camino a un personaje con profundos conocimientos, en este caso a un stripper que pide aventón a Las Vegas y pasaran ellos mismos por ese ritual de paso que es el debut en la pista. La escena está metida muy a fuerza: A los 2 amig@s los vienen persiguiendo porque dan una tarjeta reportada como robada y casualmente encuentran refugio en un club de strippers en donde justo en ese momento hay un concurso. Pero bueno, supongo que con los rituales de paso no se juega y hay que meterlos como sea, la escena me recordó cuando en Las ventajas de ser invisible el personaje principal también por extrañas circunstancias aparece creo que con medias y liguero en un teatro, siendo hetero. O sea hay que cubrir los requisitos rituales a como de lugar.


El objetivo del viaje de Danielle y Clarke originalmente era conocer al papá de Danielle. Y eso no sale nada bien: Lo conoce, el papá se distrae un momento de preparar sus hamburguesas para hablar con ella y luego le pide que se vaya. Pero por alguna razón, quien sabe cual, Danielle regresa cambiada y le dice al director de su high school que quiere llevar una vida "más tradicional", whatever that means. Parece que nada se ha solucionado y todo ha sido inútil, aparte de que no logra establecer una relación con su papá, sigue con el problema del nuevo marido mormón de su mamá y bueno, nada ha cambiado realmente. Pero entonces... se mete a un concurso de talentos de su escuela y cantará la canción favorita de su amigo Clarke que fue enviado a un internado militar. Señoras y señores, ¡el nuevo final feliz! ¡El triunfo en un vomitivo concurso musical! A media canción, como era de esperarse, Clarke se aparece con su uniforme militar y le dice que ha sido muy popular con los alumnos, sus nalgas han triunfado. ¡Sus aventuras y aprendizaje no han sido en vano! Y yo que creía que nada podría ser peor que los finales de prom party...

No hay comentarios:

Publicar un comentario