martes, 23 de abril de 2013

Efectos secundarios y otras tretas de acusados de aspecto engañoso


Efectos secundarios es una película con unas vueltas de tuerca inverosímiles que además comete el error de decirnos ella misma lo inverosímiles que son. Se supone que dos mujeres se ponen de acuerdo para matar al esposo de una de ellas, pero primero hacen que un siquiatra le recete unas pastillas que como efecto secundario provocan sonambulismo para que así la asesina sea declarada inocente por haber estado sonámbula al momento del crimen. Nada más que el dúo asesino sabe que, para empezar, el siquiatra deberá escoger entre su paciente o su carrera, tan lo saben que tienen lista información y fotos de otro caso del doctor en caso que sea necesario acabarlo de hundir. Entonces su plan maquiavélico supone que el doctor (Jude Law) escogerá defender a su paciente aunque, como le dice el fiscal, "si la culpable no es ella, entonces usted será el culpable, porque tiene que haber un culpable". Y aún cuando el doctor opte por decir que su paciente es inocente, resulta que según la abogada defensora de la paciente sólo en el uno por ciento de los casos los jueces aceptan argumentos como ese. O sea, reconozcamos que este par de asesinas es audaz, pues su plan tiene mucho menos de uno por ciento de posibilidades de funcionar y de que Emily (Rooney Mara) no acabe en la cárcel y aún así lo llevan acabo. Ah y además hay otra parte del plan: Hacerse ricas apostando a que las acciones del fabricante de las pastillas van a bajar cuando se sepa de este caso de sonambulismo, aunque ya hay información, que se encuentra en Yahoo, escrita por la propia Dra. Siebert (Catherine Zeta-Jones), la otra mujer asesina de esta historia, acerca del sonambulismo que provocan las pastillas.

Otra cosa curiosa es lo serio que se toma Emily su papel de enferma deprimida, no la actiz Roonie Mara, sino el personaje Emily pues al final descubrimos que ella nunca estuvo deprimida, todo era parte del plan. Pero en la película ella actúa como deprimida no sólo frente a quienes debe engañar sino frente al público de la película o frente a su marido cuando lo mata. ¿O sea ya si lo está apuñalando para que sigue fingiendo que está deprimida?

Al final creo que la película tiene un mensaje: Las circunstancias no existen. El Dr. Banks le explica al jurado que cuando mató a su esposo, Emily no tenía voluntad propia por estar sonámbula. Pero, sorpresa, resulta que sí la tenía, porque de hecho según dice ella misma al final, esas pastillas no le hacían nada. Hay una parte de la película en que parece que el tema va a ser como las compañías farmaceúticas manipulan a los doctores, y al público en general, para vender sus pastillas. Pero eso acaba por ser algo sin importancia, (si ni hacen nada) como no tiene tampoco mucha importancia lo que haya hecho el marido de Emily (Channing Tatum), que trabajaba en Wall Street y acabo en la cárcel; por cualquier tontería seguramente, pues en el fondo no es más que un hombre apuesto y trabajador, que perdona con facilidad y que ya pagó por lo que hizo (4 añotes en la cárcel).

Siento que detrás de esta película hay una de esas mentalidades que automáticamente se ponen en contra del acusado. Como sucede también en Jack Reacher, por ejemplo. Una mentalidad que no cree en atenuantes, o en que haya circunstancias que afecten a la voluntad. Y como en esta historia los chicos buenos de Wall Street y las compañías farmaceúticas salen bien librados y en cambio, unas lesbianas y un siquiatra que acostumbra defender a acusados salen tan mal, sospecho que extiende esta mentalidad no sólo a los juicios penales sino en general al juicio sobre los demás y piensa que la sociedad es una meritocracia más allá de las circunstancias etc.

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