miércoles, 23 de agosto de 2023

La tomatina del odio


Tenemos que hablar de Kevin, nos presenta al hijo o hija más malo desde que Regan fue poseída por el demonio Pazuzu en El Exorcista, es tan pero tan malo que por momentos se vuelve caricaturesco, sobre todo de bebé, es más manipulador que el bebé jefazo y nunca pierde su mirada de odio. La película es un drama pero también puede entrar al género del horror. Es un festín de color rojo y de tomates, mermelada de fresa y sangre derramados pero sobre todo de odiemos al mal hijo y amemos a su abnegada madre que nadaba en un mar de felicidad ejemplificado al principio con ella en medio de la famosa fiesta de la tomatina en España. El cruel destino se prefigura sin embargo cuando a ella la levantan en pose de crucificada y el crucificador será su primer hijo. Al final ella es tan buena que no deja de amarlo al grado de que arregla su propio cuarto como el de Kevin que ahora está en la cárcel y cuando lo visita vemos que él ya cambió y ¿que era lo que necesitaba?: Unas buenas patadas en la cabeza: Ahora está lleno de cicatrices y parece arrepentido.

Todos los hombres aquí son malos, faltaba más, y la película está entrecortada para ganar premios en festivales aunque por momentos no se entienda lo que pasa. Como cuando la madre destapa una tubería con un líquido y corte a: La hija menor perdió un ojo por exponerse al líquido por culpa de Kevin (¡¿?!  ¿cuándo? ¿cómo?) Pero como la edición es de "Arme usted el rompecabezas" y sale Tilda Swinton además de Jonny Greenwood de Radiohead en los créditos, sin importar que las canciones del soundtrack estén bastante malitas y no aporten nada, se supone que esta película es una fina salsa artística, cuando en realidad es sólo una mala catsup.

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