jueves, 29 de julio de 2021

Jack, el tabloide destripador


The Lodger, una de las películas silentes de Hitchcock presenta varios elementos que uno no se esperaría en una película de los años veintes. La protagonista, para empezar, es una modelo que participa en desfiles de moda. Los títulos que separan los diferentes capítulos de la historia parecen de los años sesentas. Como dato curioso Hitchcock empezó trabajando en el cine como diseñador de títulos precisamente. Luego hay una marquesina, de esas donde las luces forman cintas de palabras, como leds, aunque no eran leds en ese entonces claro está. Y la película enfatiza todo el proceso desde que ocurre un asesinato, hasta que llega la prensa, toman notas, llaman por teléfono y todo el mecanismo de impresión y demás hasta que la noticia se convierte en titular de periódico que se va anunciando por las calles. Creo que se trata no sólo de presentar un proceso que en ese entonces era moderno y daría la impresión de una velocidad de vértigo. Además las masas azuzadas por la comunicación de masas y la policía son el verdadero villano de esta historia. El asesino de mujeres al parecer inspirado en Jack el destripador no tiene gran importancia aquí. Las masas asesinas que, literalmente parecían querer destripar a un inocente, unas jalándolo hacia un lado y otras hacia otro son el verdadero monstruo. ¿Y porqué iban a matar a este tipo? Pues porque era un tipo raro que además enamoró a la chica que deseaba el policía. Los medios como circo romano donde el público es el león de mil cabezas, el policía es el emperador y el tipo raro es la carne del banquete.




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