El Hombre Elefante nos presenta una fábula acerca de la gente y el freak. Pero el freak, el hombre elefante es más bien un personaje pasivo. Como un balón de futbol que se pelean el doctor Treves y el malvado señor Bytes. Aunque también en su propio equipo a Treves le quieren quitar su pelota.
El hombre elefante en realidad no sufre una transformación a lo largo de la historia. Lo que vemos es un acto de magia por el cual resulta que debajo del fenómeno de circo hay un dandy, un perfecto caballero inglés del siglo XIX. Amable y educado e inclusive, según reporta la prensa, distinguido.
A pesar de haber sufrido trato de animal es la cortesía misma a la hora de tomar el té. Ama el teatro, a pesar de nunca haber ido, y para haber estado enjaulado parece sospechoso que pueda leer de corridito a Shakespeare. No es como el caso de "Mi Bella Dama" en donde se cuenta todo el proceso educativo para convertir a una mujer en una dama refinada según los estándares británicos de la época. Es más bien como si este elegante dandy hubiese estado escondido bajo el disfraz del hombre elefante.
Entonces este caballero amante del teatro y los niños, aunque estos seguramente lo trataban como el espectáculo de circo que era, es aceptado por la sociedad. Es decir, por la alta sociedad: El doctor Treves y el público en smoking del teatro y hasta por la reina Victoria.
En cambio los malditos proletarios, empezando por Bytes sólo se quieren aprovechar de él. Y también emborracharlo y juntarlo con mujerzuelas.
Hay dos secuencias oníricas en la película: Cuando la mamá sueña con los elefantes que supuestamente le pasaron, o le pasarán, por encima durante el embarazo, y otra donde Merrick sueña con amenazantes elefantes y con una fábrica - taller en donde unos obreros trabajan. En la siguiente escena el operador de la caldera del hospital mete a un grupo de borrachos y borrachas, incluyendo a Bytes, a la habitación de Merrick en el hospital.
Lo que parece inverosímil para empezar. ¿Cómo meter a todo el tropel de beodos hasta ahí?
Hay algunos contrapuntos: Frente al bondadoso doctor Treves hay otro doctor que quiere echar a Merrick del hospital. Hay un niño que trabaja con Bytes que trata bien a Merrick y una niña que lo acosa y hace que acabe acorralado por una multitud. Y frente a la maldad de los pobres está la solidaridad de los otros fenómenos de circo.
Pero a fin de cuentas ganan los valores victorianos. A Merrick le reconocen inteligencia y humanidad cuando ven que se sabe un salmo y Merrick dice que conoce la biblia y el "book of common prayer", un libro de rezos de la iglesia anglicana.
Además pasa su tiempo haciendo un modelo de una catedral y quien decide finalmente que hay que cuidar de él es la reina Victoria.
Se supone que tiene 21 años pero está más a gusto tomando té e intercambiando frases amables que si le dan alcohol y le presentan a unas borrachas.
Y se acuerda que antes de que su mamá lo abandonara él trato de ser un buen hijo. claro, seguro no lloraba ni se hacía popó y pipí de bebé pues ya desde entonces era todo un bebé caballero.