viernes, 9 de agosto de 2013

Heli, retrato intimista con narco


Heli, tercer largometraje del mexicano Amat Escalante pertenece a las películas del estilo que se ha llamado minimalismo mexicano o contemplativo mexicano y en el cual se inscriben directores como Fernando Eimbcke (Temporada de Patos, Lake Tahoe), Hari Sama (El sueño de Lú), Ernesto Contreras (Párpados azules) Gabriel Mariño (Un Mundo Secreto), Carlos Reygadas etc. Se caracterizan por hacer tomas muy largas, generalmente con cámara fija, y tener anécdotas o tramas mínimas, diálogos muy parcos y por lo general su tema es la intimidad de algún personaje muy cotidiano, es decir de personas que no parecen tener nada particularmente especial. Ah y claro, también se caracterizan estas películas por ganar muchos premios en festivales internacionales como es el caso de Heli por el que Escalante recibió la palma de oro a mejor dirección en el pasado festival de Cannes.

Lo que distingue a Heli de las otras películas minimalistas mexicanas es que en este caso el fenómeno del narco irrumpe en la cotidianeidad de los personajes promedio retratados aquí. Y el verbo retratar, con su conotación de algo fijo, nunca fue tan preciso como en el caso de las películas mexicanas minimalistas, como puede constatar cualquiera mientras espera pacientemente a que cambie la toma en alguna de ellas. Y, también, nada explica tan claramente que se trata de presentar personajes promedio como el hecho de que en Heli, el personaje principal Heli (valga la redundancia), es presentado en una escena en que llega una trabajadora del censo a tocar a su puerta para pedirle sus datos. Hasta hace pensar que quizá Heli fue creado a partir de ciertos parámetros de normalidad tomados del censo o algo así.

Pero entonces ¿cómo conjuntar una mirada intimista de unos personajes promedio y su cotidianeidad con el fenómeno del narcotráfico? ¿Qué no es el narcotráfico algo demasiado complejo, y brutal, como para combinar con la propia noción de cotidianeidad? ¿Y también demasiado complejo para una película que siga el férreo precepto del cineminimalismo mexicano de que la trama será mínima en caso de que haya trama?

Creo que la escena que aparece en uno de los carteles de esta película refleja muy bien lo que pasó: Una cosa feroz y brutal, una bestia monstruosa y rugiente, es decir un vehículo del ejército, llega y se planta frente al minimalista Heli (Armando Espitia) flaco y sin camisa, y su mínima casa pelona sin pintar. Y lo que pasa en esa escena es que simplemente, sin ninguna explicación, el vehículo militar se va. Y en la película Heli, el narco también se pierde frente al minimalismo.

La primera toma, un largo (no podía ser de otro modo) acercamiento a la cabeza y los pies de unos torturados bajo una bota parece indicar el principio de un acercamiento en close up al mundo del narco, pero estas y otras imágenes de la película no tienen un equivalente en el detalle del guión, de la historia. El primer indicio es cuando cuelgan un cuerpo de un puente pero sin narcomanta; después viene una cadena de absurdos: Los paquetes de cocaína que sólo cuida un perro y cuya ubicación es una especie de "rumor" que escuchó un tipo. Luego Heli que descubre los paquetes en su tinaco en donde acaba de ver a su hermana con su novio y lo que se le ocurre es ir a tirar la cocaína en el agua donde chapotea una vaca. Cuando llegan por él y su familia uno no puede más que pensar "Pues sí, eso le pasa por bestia". Después en una escena que recuerda el final de Miss Bala, cuando a la Miss nomás porque sí se le abre una puerta para escapar de su narcopesadilla, a Heli los torturadores le dicen que acabó su tormento y que ya se puede ir. Su hermana sigue desaparecida pero después de unos días regresa así nomás, no habla pero ni siquiera se le ven golpes y dibuja un mapa muy preciso del lugar donde la tenían. Así que Heli, ya en el colmo del absurdo, va a esta guarida de narcos a darles su merecido solito y a puño limpio y con tanta suerte que sólo había un malandro en el lugar que sale corriendo para que Heli no le pegue. Aunque Heli (SPOILER ADELANTE, PELIGRO) lo alcanza.

En fin que el costumbrismo intimista derrota al narco, porque este de verlo nomás salió corriendo, (a la mejor las películas lentas son la criptonita de los narcos) y al final tenemos una larga escena en la que el viento mece las cortinas de los personajes amodorrados en una tarde tranquila. Paz y amor y las telenovelas de la tarde, amén.